Revista Insólito

Me fui a hacer unos mates y volví pensando en la muerte.

Publicado el 14 octubre 2011 por Leiman

Me fui a hacer unos mates y volví pensando en la muerte.

Un día más. Un día cualquiera. Las preocupaciones de siempre, el mismo escritorio, la misma
compu. Después de algunas horas sentado y concentrado, creí que era bueno un descanso de
unos minutos. “Voy a hacerme un matecito!” pensé. Pensando en lo que tendría que seguir viendo
al volver, me dispuse a caminar hacia la cocina de la oficina. Ahí tenemos una radio que hace las
veces de música funcional en esa zona de la oficina, y su música sonaba de fondo. Tomé la pava,
fui hacia el dispenser, cargué agua caliente (pero no lo suficientemente caliente como para tomar
mate) y me acerqué a la cocina. Encendí la hornalla, y puse la pava al fuego. Luego voltee para
buscar la yerba y la vertí en el mate que descansaba junto al lavabo con la bombilla dentro. Hasta
ese momento el ritual de preparar mate en la oficina se mantuvo igual que las cientos/miles de
veces anteriores.

Mirando con la vista perdida hacia la pava, de pronto cambie la vista y di con una pila de diarios
que estaban en un rincón. Me pareció ver una cara que hacía rato no veía (al menos no en una
tapa de matutino)…….tuve que enfocar la mirada en la hoja. Estaba un perfil más que conocido,
dentro de un auto, el titular decía “Néstor Kirchner superó bien la segunda obstrucción arterial
del año y anoche obtuvo el alta”. Claramente me sorprendió verlo en la tapa de un diario. Seguí
leyendo la tapa, y más abajo una foto de un “goleador” festejando un gol ante Arsenal. Se
trataba de Rogelio Funes Mori. En la misma tapa, se destacaba que River alcanzaba la punta del
Campeonato de primera “A”. Esto también era obvio que databa de una época distante en el
tiempo; y según mi percepción era muy distante en el tiempo; al menos, el diario debería haber
estado algo gastado, como para adelantarme que eran noticias viejas, sin embargo, éste pasaba
desapercibido en una pila de diarios que suelen tener no más de una semana de “edad”. Tuve que
mirar su fecha de impresión: lunes 13 de septiembre de 2010. Un año y un mes atrás en el tiempo;
sin embargo, parecían noticias de una década atrás…..al menos para mí.

Lo que me dejó estupefacto fue todo lo que me puse a pensar en ese momento.
Cuestiones “impredecibles” como la muerte (lo pongo entre comillas porque en algunos casos
se tiene mayor precisión por el lado de los “avisos” que puede haber), pero creo que de todas
maneras siempre tienen un grado de sorpresa. Otras cuestiones como la de River, que aunque
su “muerte en la A” era mucho más predecible, su carácter de “increíble” hizo que un camino
gradual y parejo (como el que transitó hasta “su muerte”) tenga un desenlace “sorpresivo”.

Esto era el simplemente el principio de los pensamientos. Ahora, ¿qué aspectos de la realidad
que hoy vivo (y los invito a pensar a ustedes en sus propias vidas) pueden modificarse de esta
manera en un período de un año y un mes? Seguro que la muerte lo puede sorprender a uno
de un instante – más allá de la definición de instante: supongamos 2 decimas de segundo para
homogeneizar el concepto-. Sin embargo, puede ser que hayan “realidades” que damos por
hecho que se mantendrán así en el tiempo –indefinidamente quizás-; y aunque sepamos que su
duración es finita e indeterminada, siempre las pensamos en un punto alejado temporalmente
de “el presente”. ¿Qué tan capaces somos de ver las señales?, ¿cuáles son las cosas que creemos
que pueden pasar en un período de 13 meses?, ¿qué acciones deberíamos tomar hoy si nuestra

realidad se modificará radicalmente en 13 meses? Y yendo un poco más a lo espiritual, ¿estamos
haciendo lo que quisiéramos hacer si fueran nuestros últimos días/meses/años de vida? Cuando
escribo esto me acuerdo del discurso de Steve Jobs en Standford University (que la semana
pasada, ante su muerte, se mostró por todos los canales de televisión); y no resisto la tentación
de pensar también en Homero Simpson que cuando “vivió cada día como si fuera el último” lloró
todo el día, pues era “su último día”, tal vez pienso en eso porque Homero siempre me saca una
sonrisa

Risa

En fin, yo tan solo quería tomar unos mates…..

Escrito por el genial : Matias Palmeyro !!!


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