Revista Diario

Me gusta dormir con ellos

Por Belen
Me gusta meterme en la cama y verle ahí a mi lado, durmiendo plácido y confiado, sintiendo su tranquila respiración. Me gusta comprobar con mi mano en mitad de la noche que está arropado. Me gusta girarme a un lado, tocar a uno y girarme al otro y comprobar que también está. Me gusta dormir con papá sin complejos y con el Peque.
Cuando se puso malito hace unas semanas hicimos la "operación colecho", y pusimos su cama en nuestro dormitorio. En las últimas ocasiones después no hemos tenido prisa por quitarla, y a él le encanta dormir en nuestra habitación. Suele ser él quien se fija el día en que quiere volver a su cuarto. Esta vez se ha alargado más por la recaída que tuvo hace unos días. Y ahora aunque ya está perfectamente ha decidido esperar un poquito más porque se siente tremendamente agusto durmiendo a nuestro lado. 
Sí, me gusta dormir con él, me siento más segura, más tranquila. Él ya es mayor, duerme fenomenal en su cuarto, no da un solo problema, pero adoro despertar en mitad de la noche y oirle respirar. 
Cuando trasladamos al peque a su cuarto, a sus casi 2 años, yo estaba un poco agobiada, muy cansada y casi insomne. No podía dormir bien, patadas, tirones de pelo, me echaba de la cama, ..... Colechamos desde que mi chiquitín tenía pocos meses, fue papá sin complejos quien me animó a meterle en la cama. A mi me daba miedo, siendo tan pequeño, apenas un bebé de 2 meses, por si le aplastaba. Pero después de casi quedarme dormida con él en brazos mientras mamaba decidí que el riesgo real era que se me cayera de los brazos. Desde ese día el nene tuvo "barra libre" y dormíamos a las mil maravillas, aparte de muy felices.
Pero siempre fue un niño inquieto y no paraba de moverse en la noche. Y no sé por qué no se me ocurrió una medida alternativa. El cansancio no me dejaba pensar con claridad, supongo. El caso es que él se fue a su habitación muy contento y venía cada noche, o a la mañana siguiente a nuestra cama. 
Adoptamos la medida de poner la cama al lado de la nuestra ya de bien mayor cuando estaba malito. Tenerle en medio era inviable, pues cuando se mete en la cama conmigo se pone literalmente encima de mi, y claro, ¿quién duerme así?. Fue la mejor solución. 
Ahora, a sus 5 años, nos hemos acostumbrado a dormir así, y dormimos todos muy bien, esa es la verdad. Sí, me gusta mucho dormir los tres juntos. 
He escrito en varias ocasiones sobre el colecho y sus ventajas. Pero este post lo escribo para haceros una recomendación, si queréis colechar con vuestro hijo, lo mejor es que desde el principio busquéis una solución que os haga estar a todos cómodos. Si es muy bebé poner la cunita pegada a la cama sin barrera, de tal modo que el bebé pueda rodar de su cuna a la cama. Si es más mayor intentad poner una camita al lado, un colchón, lo que sea, pero facilitando el descanso tanto de los padres como del niño. 
Ahora, mirando atrás, me recuerdo deseando que se fuera a su habitación. Y hoy, confieso que no me apetece que se marche de nuestro cuarto. 

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