Dirección: Stephen Hopkins.
País: Estados Unidos.
Año: 1990.
Duración: 108 minutos.
Género: Acción. Ciencia ficción. Terror.
Guion: Jim Thomas y John Thomas.
Reparto principal: Danny Glover, Gary Busey, Rubén Blades, Maria Conchita Alonso, Bill Paxton, Robert Davi, Adam Baldwin, Kent McCord, Kevin Peter Hall, Calvin Lockhart y Elpidia Carrillo.
Música: Alan Silvestri.
Fotografía: Peter Levy.
Montaje: Mark Goldblatt y Bert Lovitt.
Diseño de producción: Lawrence G. Paull.
Dirección artística: Geoff Hubbard.
Estreno en Estados Unidos: 21 de noviembre de 1990.
Estreno en España: 4 de junio de 1991.
Hot times, summer in the city
Hola, me llamo César del Campo de Acuña y Me Gusta el Cine de Acción. Si hay una película que me gusta mucho, mucho, mucho dentro de la extensa filmografía de Arnold Schwarzenegger es Depredador. Bueno, vale, me gustan muchísimo otras como Desafío Total, Commando, Perseguido, Mentiras Arriesgadas, Terminator (la I y la II) o El Ultimo Gran Héroe, pero Depredador y no solo porque saliera Jesse Ventura (ex luchador que llego a ser gobernador del estado de Minnesota) siempre ha gozado de una posición privilegiada entre esas cintas que no me importan ver una y otra vez. No sé si se debe a la mezcla de géneros, el carisma de sus personajes, las frases lapidarias, las escenas de acción, el increíble trabajo de Stan Wiston con la criatura (o Yautja), la banda sonora de Alan Silvestri o la suma de todo pero es ver una escena en la tele y quedarme hasta el final. Pero… ¿Qué me parece la segunda parte? Como en Depredador II ya no están ni el roble austriaco, ni Shane Black (que vale, ahí poco tuvo que ver con el guion), ni todos los demás y encima se van de la jungla a la jungla de cristal y nos ponen a Danny “Estoy Viejo para esta Mierda” Glover como protagonista los que lo gozaron cosa bárbara con la primera tienden a rajar y a despotricar contra la segunda como si les fuera la vida en ello o como si alguien les estuviera apuntando con “la impaciente”.
Y es que ese es el mayor problema de Depredador II. La ausencia de Schwarzenegger se nota (y mucho) y es ahí donde entran a matar los detractores del film de Stephen Hopkins (un director que nos ha traído películas tan potables como Los demonios de la noche y Bajo sospecha) con el siguiente argumento (digno de la mejor discusión de patio de colegio): “si una unidad de las fuerzas especiales fue prácticamente aniquilada por una criatura ¿qué va a hacer un policía contra el Predator?”. Bien…si partimos de la base que estamos viendo una película fantástica en la que una criatura del espacio exterior viene a la tierra para probarse en una caza mortal, la argumentación de la crítica anteriormente citada se va por el retrete. En fin como yo, al menos con las películas, soy un tipo con bastante manga ancha, me meto en camisa de once varas y la defiendo a capa y espada ante todos aquellos que lo único que quieren hacerle es un siete. A mí la película que se vendió bajo el tagline: “He’s in town with a few days to kill” me gusta y me gusta mucho. El comienzo es arrollador; la escena del tiroteo entre la policía y los narcotraficantes colombianos es increíble, llena de tiros, explosiones, vehículos reventados y con un ritmo brutal. Básicamente en una escala del 1 al 10 la cinta empieza al 11 y claro de ahí en adelante solo puede bajar (lo mismo que le pasa a Ninja III: La dominación).
Vale, vale, vale…es muy cierto que los personajes humanos no tienen el mismo carisma socarrón de los que aparecen en la primera y que el modo en el que tienen de introducirlos no es el mejor, pero en esta película el protagonista absoluto es el Predator (de hecho en IMDB el primero que aparece en la lista de casting es el recordadisimo Kevin Peter Hall, actor que dio vida a la criatura en las dos peliculas), no Schwarzenegger y probablemente con esa idea en mente los Thomas (Jim y John) crearon a Mike Harrigan, un duro policía de la ciudad de Los Angeles que nos puede recordar (y no solo por ser interpretado por Danny Glover) a Roger Murtaugh de la franquicia Arma Letal. Harrigan, aunque es destructivo como el solo (así nos lo hacen saber sus superiores (uno de ellos ese secundario de oro que es Robert Davi) en la tópica escena de la comisaria atestada), es un tipo que se cuida mucho de que no le pase nada a sus compañeros (María Conchita Alonso (que solo la he visto guapa en Perseguido y por cuestiones que no vienen al caso) y un divertido Bill Paxton) y que además tiene miedo a las alturas y por esos dos condicionantes de su personalidad como espectador hay momentos en los que, sea tras salvar a un compañero o mientras camina por una azotea, esperas que suelte la característica frase de Murtaugh: “Estoy viejo para esta mierda”. Luego, aparte del Predator tenemos otros antagonistas como King Willie (un sacerdote vudú jamaicano que da un miedo que te pasas interpretado por Calvin Lockhart) y a Peter Keyes (Gary Busey, ese entrañable loco al que siempre recordamos por Le llaman Bodhi y Alerta Máxima a pesar de tener más de 160 acreditaciones como actor), un agente especial del FBI que quiere capturar a la criatura.
Como les decía antes, la peli va de más a menos, pero aun así las escenas de acción son vibrantes y espectaculares y ver con más claridad al Predator (muerto el misterio en la primera película no tiene sentido no enseñarlo en la segunda) mola muchísimo (por aquello de que es el protagonista real de la película y esas cosas). Si que es cierto que al estar en un entorno con el que estamos familiarizados (la ciudad) hace que la amenaza de la criatura parezca menor, pero con todo el caos desatado que hay en Los Angeles que vemos en Depredador II por culpa de las bandas de colombianos y jamaicanos, no sé yo que decirles…en la una hay una guerrilla a la que se la ventilan en un 2×3=6 el escuadrón de Dutch, pero en la secuela hay bandas, pandilleros, periodistas y gentes de mal vivir por todos lados (de hecho en la escena del metro podemos ver como todo el mundo va armado) y nunca sabes de que cañón va a salir una bala que te haga morder el polvo. Por otro lado, aun conociendo el entorno, el diseño de producción de la ciudad es increíble y el calor pegajoso que azota las calles es palpable y no solo por las tortillazas de sudor que Glover luce en la zona de las axilas de sus camisas durante toda la cinta, sino por la fotografía y la humedad sofocante que esta transmite. Nada, nada que Depredador II es muy, muy divertida y aunque tiene sus fallos (fundamentalmente lo de ir de más a menos) tiene escenas memorables (la del sacrificio vudú, el tiroteo inicial, el vistazo que vemos a la sala de trofeos Yautja) y solo por ellas esta secuela ya merece mucho más amor y reconocimiento del que recibe. Una auténtico disfrute para los que disfrutamos del cine sin complejos.
Mi puntuación:
Cuatro Balas.
Depredador II en hechos:
- Número de muertos: 46 muertos en total.
- Número de explosiones: 7 explosiones.
- Número de tiroteos: 7 tiroteos.
- Número de persecuciones: 5 persecuciones.
- Número de peleas cuerpo a cuerpo: 2 peleas cuerpo a cuerpo.
- Número de vehículos reventados: 4 vehículos totalmente reventados.
- Número de semidesnudos gratuitos: 1 desnudo integral gratuito.
- Número de planos desde el punto de vista del Predator: 51 planos.
Algunas Frases lapidarias de Depredador II:
- Mike Harrigan (Danny Glover) – En dos palabras: me estas cortando las pelotas.
- Leona Cantrell (Maria Conchita Alonzo) – Si intentas pasarte conmigo cabron te arranco las pelotas ¿está claro?
- Mike Harrigan (Danny Glover) a Peter Keyes (Gary Busey) – MH: ¿Quién se cree que es? PK: La última persona del mundo a la que quieres joder.
Curiosidades:
- Aunque Arnold Schwarzenegger dijo que no Depredador II debido a que no le gustaba ni el director ni el guion, en un principio iba a coprotagonizar la película. Finalmente pasó del proyecto para hacer Terminator 2: El juicio final (1991).
- En un momento los productores y ejecutivos responsables del proyecto intentaron que Patrick Swayze protagonizara el film pero el actor no pudo debido a que se lesiono rodando De profesión: Duro (1989).
- Esta fue la primera película que hizo Gary Busey después del accidente de moto que casi le cuesta la vida.
- La lanza que utiliza el Predator a lo largo de la película desapareció justo después de que el rodaje finalizara. Se llegó a denunciar el robo pero la lanza nunca apareció.
- La banda jamaicana que vemos en la película está basada en una banda jamaicana de criminales que aterrorizo Nueva York y Kansas a mediados de los años 80.
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