Cada noche antes de dormir tengo que leer, así me esté muriendo de sueño o un poco piripi, así tenga que releer la misma página 50 veces porque no me entero de nada o se me caiga el libro o el ebook otras tantas veces, unas hacia delante, otras hacia detrás, cada vez que Morfeo intenta dominarme, sin éxito, porque hasta que yo no decido que he hecho suficiente el panoli no dejo de intentar avanzar en mi lectura.
Unos años atrás el Ipad, ocupó un espacio entre mis libros, para mi desgracia era el primero de la fila, de esta manera cuando me acostaba lo que cogía era la tableta en vez de una de las obras que estaban debajo. Pensaba "le doy un repasito a las redes sociales y luego leo", pero esto último nunca llegaba porque el sueño me atacaba antes de que me diera tiempo.
A la mañana siguiente me despertaba y junto al café continuaba por donde lo había dejado la noche anterior. Así un día y otro hasta que fui consciente de que casi había dejado de leer libros.
No me costó mucho tomar la determinación de cambiar esto, adoro leer, notaba que me faltaba algo importante y, sinceramente, lo que me aportaba el Facebook o el Instagram era tan poco que no fue nada complicado apartar la tableta y coger el libro otra vez.
La rutina es la misma, hasta he ganado tiempo de lectura, porque ahora me tomo el café de la mañana leyendo mi libro y les aseguro que es uno de los mayores placeres de los que disfruto cada día.
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