A pesar de esto y de otros pequeños males, me gusta ser mamá. Me gusta esta nueva faceta de mi vida. Me llena. Me hace feliz.
Me impresiona que haya una nueva personita con nosotros;alguien que hace tan solo unos meses no existía y al que sin embargo me sentí unida desde el primer momento en que le vi.
Me emociono al ver sus avances, cómo aprende y descubre cosas nuevas, cómo desarrolla nuevas habilidades, cómo va pasando de ser un bebé indefenso a ser una personita cada vez más autónoma.
Me alegra ver su sonrisa y en ocasiones su “picardía” y sus ocurrencias.
Me hace reir cuando se entusiasma con cosas a mis ojos tan sencillas y corrientes.
Me hace inmensamente feliz cuando echa sus brazos alrededor de mi cuello, cuando me da un beso o cuando dice “mamá” con tono mimoso.
Me satisface saber que aún puedo calmar sus pequeños males y que tras un pequeño golpe un beso de mamá lo cura todo.Deseo ser una buena madre para él y enseñarle a ser una persona buena, esforzada, segura de sí misma, con valores.
Deseo con todas mis fuerzas que sea un niño feliz y un adulto feliz.