Por muchas cosas que hagas siempre habrá algo que te quede pendiente. Y llega un momento en que te das cuenta de que ya no es la edad para hacerlas. Pues bien este verano he tachado dos de esas cosas de la lista.
La primera ha sido, por fin he visitado un baño de un avión. Si bien no volé hasta los 23 años desde entonces he volado varias veces y siempre había conseguido evitar ir al baño de un avión. Incluso cuando viaje Madrid - Sao Paolo. Por aquel entonces tenía una vejiga que era digna de aplauso. Con los años no es lo que era, pero aún así no ha sido la causa por la que al fin he conseguido ver un baño al vuelo. La que lo ha hecho posible ha sido mi hija de 2 años y medio volando sin pañal en un vuelo Bilbao- Lanzarote. Además por si no me había quedado con los detalles fuimos tres veces en el mismo vuelo y una mas en el de vuelta
Lo segundo que he tachado de la lista ha sido algo que una vez entre en la pubertad pensé que iba a quedarme como déficit en mi desarrollo emocional. A pesar de que no vivimos lejos de la playa nunca fui a ella de pequeño y de mayor como no sabía nadar pues tampoco. Resultado....nunca hice un castillo de arena. Hasta Julio de 2014. Este verano me fui a la playa con mis hijos. Ellos llevaron el cubo y las palas y yo....¡yo hice un castillo de arena! ¡Toma ya!. Saben que es lo mejor de haber construido un castillo de arena a los 36 años... que le pude hacer una foto con el móvil y la tengo de recuerdo. ¿Cuantos de ustedes que rocen los 30 tienen una foto de su primer castillo?
Por supuesto la voy a poner aquí.
Ya, ya se que no esta acabado, pero tiene su torre de dos alturas sus puertas y...creo yo que para ser el primer castillo de una persona no esta nada mal.
NO ME GUSTA
La pega de construir un castillo de arena de adulto es que sabes que a pesar del esfuerzo el resultado va a ser efímero. En concreto este duro 5 minutos más desde que fue tomada la foto. Con gran pena y tristeza también tengo una foto de como quedo el lugar donde estaba...
¿Quién destrozó mi hermoso castillo?...pues la misma persona que ha hecho que conozca los baños de un avión. Mi hija de nombre Amaia y de apodo "Godzilla" es una amante del arte romano y griego clásico y decició dejar toda la zona como el Partenón....¡Hecho un asquito, la verdad!
¡Una pena! Ya que de igual modo que fui consciente del ascenso a la gloria en la construcción en castillos de arena, también saboreé la amargura de la destrucción de mi obra.
Por cierto. ¡Feliz cumpleaños a mí! Hoy llego a los 37 años. El acné juvenil esta cada vez más lejos y la crisis de los 40 cada vez más cerca.