Me gustas

                Hay que ver la cantidad de chorradas que hacemos cuando nos gusta alguien ¿verdad? De la noche a la mañana nos da por comportarnos de forma estúpida, no hay antibiótico que cure la tontería. Al principio no está tan mal, te sientes medio especial...como si de pronto el cielo fuera más azul, los pájaros cantasen mejor y protagonizases un precioso musical. Lo complicado viene cuando te percatas de que la otra persona no es vidente "¿cómo se lo digo? Jijiji " Ahí ya viene el declive, cuesta abajo y sin frenos. De críos con robarle tiza al profesor y llenar las paredes con tu nombre y el suyo metidos en un corazón era suficiente. A los pocos días todo el colegio canturreaba aquello de "A Fulanito le gusta Menganita, a Menganita le gusta Fulanito" y caso cerrado. El de bricomanía seguro que lo talló en un árbol, detalle precioso siempre y cuando no acabes con alguien que se llame distinto. 

                Cómo cambia la vida cuando el corazón despierta. El primero en enterarse es tu padre "¿Qué haces rociándote con mi colonia, hijo?" Por si no te habías puesto suficiente, él aún te moja más "Vete oliendo bien, que eso a las mujeres les gusta" Pasarse con el perfume no es que sea muy buena idea, a no ser que la pobre se atonte con el olor y caiga rendida a tus pies. Papá y mamá disfrutan tanto con su pequeño enamorado que no pueden esperar un segundo para narrárselo a tíos y abuelos. Las cenas familiares se convierten en verdadera encerrona, todo el mundo te observa con pillería. Al rato se acerca tu tía, esa de capital, y suelta la bomba: "Me ha dicho un pajarito que te gusta una niña de tu clase"...¿¿Un pajarito?? ¿¿QUÉ PAJARITO?? Lo niegas rotundamente, como si fuese un delito, y miras a tus padres con cara de Chuck Norris. Menudo par...
                     Sincerarse con la susodicha es, en pocas palabras, una putada. En las películas todo parece sencillo ¡Qué romanticismo, qué pasión! Una pena que ni la vida sea una película ni nosotros Richard Gere. Cada noche vuelves loca a la almohada "Sí, sí, mañana la agarro en el bar...la miro a los ojos y...se lo digo, si" Algunos hasta buscan la frase perfecta en Google y ensayan frente al espejo (esta vez les pilla mamá). En persona la cosa es bien distinta, siempre existe una buena excusa para no lanzarse "Es que aparecieron sus amigas..." "Es que había mucha música y no se enteró..""Es que no la vi muy receptiva..." "Es que con la luz encendida pierde encanto" o, mi preferida "Es que me da miedo estropear nuestra amistad!!" ¿Por qué es tan complicado abrir la caja de Pandora? Con la tontería pasa el tiempo y otro se da más prisa.
                                    No sé como, pero los amigos siempre dicen tener la solución ¡menudos expertos en la materia! Si no fuera porque siguen solteros hasta les creería. Existen consejos de todo tipo, desde esos que te animan a tirarte de cabeza a la piscina (tenga o no agua), hasta los que analizan cada mirada, frase y situación tratando de reducir el porcentaje de error. Os juro que hay verdaderos economistas del amor. Al final lo que  nunca falla es beber como una cuba y, si la cosa se tuerce, jurar que ibas borracho y no te acuerdas.