La reseña que hoy os traigo es una de que redacté para PSS y que recupero porque a esta serie le tengo un cariño especial a pesar de sus defectos. Como bien sabéis, tengo algunas autoras fetiche, una es Yuu Watase y otra es Ako Shimaki, no por nada llevo años encargada de un par de blogs (anteriormente webs), uno para cada autora. A la segunda la conocí con esta serie por scans y me enamoré de su estilo narrativo y de dibujo. Para mi desgracia, Ivrea, que prácticamente había sacado todo lo creado por esta autora, no ha traído su serie más larga hasta el momento, Pin to Kona, y es una pena porque de lo poco que hay en internet para su lectura, todo apunta a que es su mejor obra.
Datos
Título original: Mucha Kucha Daisuki
Autora: Ako Shimaki Tomos: 4 Publicación en Japón: 2001-2002 Revista: Cheese!Editorial en Japón: Shogakukan
Publicación en España: 2008Editorial en España: Ivrea Estado actual: Publicación completa Precio: 8.00 €
Curiosidades / Datos extra
- Al final del primer tomo hay dos historias extras tituladas Amor y El chico del lago. - Al final del cuarto tomo hay una historia extra titulada Esperemos a que nieve.
Argumento
Aoi Katagiri es una chica de pueblo que odia Tokyo por sus prejuicios con los habitantes de la urbe, ya que les tiene miedo. Para su desgracia, su padre le ha anunciado que en breve se mudarán allí. Un día, poco antes de la mudanza, se entera de que un chico de Tokyo ha venido al pueblo y decide irse a casa para evitar cruzarse con él. Sin embargo, se lo encuentra en el camino y su mala suerte se la vuelve a jugar al caerse cuando intentaba huir. El chico se ofrece a llevarla a cambio de un beso cuando ve que no consigue levantarse. Aunque al principio ella se niega, acaba aceptando su oferta.
Una vez llegan, éste consigue pillarla desprevenida y la besa. Aoi se queda muy sorprendida y él, a pesar de su experiencia con las chicas, no sabe muy bien cómo reaccionar ante la turbación de la joven. El chico acaba presentándose como Tsuyoshi Sugita y de la emoción del momento se marcha sin llegar a preguntarle su número de teléfono. Para los dos resulta amor a primera vista.
Al mudarse a Tokyo, Aoi averigua su instituto y su clase y es admitida ahí. Sin embargo, aparece con aspecto de pueblerina, vestida a la antigua: el uniforme de falda larga que nadie lleva en la actualidad y el pelo recogido en dos trenzas. Nada que ver con la chica de la que quedó prendado Tsuyoshi. Éste decide ignorarla, ya que prefiere mantener su imagen ante sus compañeros aunque por dentro preferiría actuar de otro modo.
Aoi se da cuenta de que la evita por su aspecto al compararse con las demás chicas que le rodean. Le dice que al día siguiente se arreglará... y así es. Llega al punto de que todos los chicos babean detrás de ella y las chicas que adoran a Tsuyoshi se sienten amenazadas por las atenciones que él le presta.
Para completar la trama entra en escena Heita, un amigo de la infancia y vecino del pueblo que también se ha mudado a la ciudad con ella y que les pondrá las cosas difíciles a la pareja.
Reseña
Me gustas demasiado es la primera serie de Ako Shimaki y eso se aprecia tanto argumentalmente como en su dibujo. Aún así, posee ya el rasgo principal que la ha hecho destacar en sus obras posteriores: sus hermosas escenas románticas.
El comienzo de la serie plantea en un principio las diferencias de mentalidad entre la gente de campo y los de ciudad. No es un tema que se trate en profundidad sino que queda eclipsado por la relación de los protagonistas, aunque es algo que aparece reflejado principalmente al marcar el carácter de ambos y su forma de ser y ver las cosas.
Lo que en un principio es una historia normal y corriente de amor entre estudiantes de instituto, con un tercero haciendo de un triángulo amoroso con pocas posibilidades, da un salto de escala, un giro de guión volviéndose más dramática y emotiva según pasan los tomos hasta un final impactante y cargado de sentimientos. Tal vez no sea un giro demasiado bien llevado y parezca sacado de la manga pero si el lector se deja atrapar por la lectura de la serie ese detalle no le afectará.
Por lo tanto es una serie engañosa que poco tiene que ver su comienzo con su desarrollo en el que entran en escena tanto la importancia de la familia para Aoi, ya que no tiene una personalidad capaz de enfrentarse a sus padres, unido a los momentos cumbres del desarrollo del triángulo amoroso. Y todo esto da paso a la posterior conclusión donde queda cargado de un velo dramático, inesperado e impactante que es capaz de encoger el corazón a cualquiera.
Los personajes son bastante estereotipados. Aoi es el máximo exponente de chica tonta, crédula e inocente. Dulce y amable tiene momentos en los que realmente puede llegar a ser insufrible. Por su parte, Tsuyoshi es el típico chico que atrae a todas y que no sabe muy bien cómo lidiar con la chica de la que se ha enamorado por las diferencias en sus formas de ser y mentalidad. Cada uno a su manera, son personajes torpes en el amor que se ven forzados a madurar y a aprender a afrontar los acontecimientos que se suceden.
Heita es el personaje que se interpone en la relación de los protagonistas llegando a usar a su favor la preferencia que siente el padre de Aoi por él frente a Tsuyoshi y la dependencia que ella tiene de su familia. También aparecen otros secundarios como una ex de Tsuyoshi de los cuales, ninguno llega a tener un papel realmente trascendental.
El manga cuenta con 3 historias cortas importantes además de otras de corte cómico y breve al final de todos los tomos. La primera es Amor donde Sachiko Amihama, una chica de mirada muy profunda, se siente atraída por Kaname Shibazaki aunque no sabe muy bien por qué. Éste le ofrece salir en periodo de pruebas y acaban descubriendo que su atracción es debida a que se parece a su primer amor, Tamotsu, el primo de Kaname.
El chico del lago es una historia bastante breve donde la protagonista decide averiguar por qué el chico al que se ha declarado la ha rechazado con la excusa de que va a desaparecer en breve. Es un extraño experimento, como la misma Ako Shimaki cuenta al finalizar el tomo, entre lo que podría haber sido una historia importante y un gag cómico que queda resuelto con el clásico sistema del “reset” tras un supuesto sueño.
La última historia importante, Esperemos a que nieve, tiene por protagonista a Yukiko quien está enamorada de Kyosuke, pero tiene muchos complejos y por eso se maquilla de forma llamativa. Cuando se decide a hablar con él, éste se burla de ella y la convence para que vaya a su casa y le permita cortarle el pelo para dejarla más guapa. Sin embargo, el resultado es un desastre y así cuenta con no volver a verla nunca más. Al día siguiente Yukiko va a la peluquería y le arreglan el pelo, ganando confianza para volver a enfrentarse a Kyosuke.
En lo que al dibujo se refiere, aún es muy embrionario. Le fallan las proporciones y ciertas caras resultan extrañas cuanto menos. Aún así se perfilan las claves de su estilo: unos chicos fuertes y unas chicas adorables siendo lo que más destaca, las escenas de pareja. Los fondos son escasos y poco trabajados predominando las tramas para llenar el espacio sin resultar recargadas. La atención se la llevan los personajes y sus expresiones.
La edición de Ivrea se puede calificar de muy buena. Buenas tipografías, papel blanco, bien editadas las onomatopeyas y los textos fuera de bocadillos. La traducción es impecable y está bien adaptada al estilo coloquial que requiere.
Esta historia engaña por su planteamiento inicial. Su mayor problema puede ser la actitud tan tonta que llega a tener la protagonista en ciertos momentos y que desagradará a más de un lector. Sin embargo la carga dramática que alcanza junto a unas preciosas escenas románticas le hace ganar puntos suficientes como para resultar una obra más que recomendable, siempre teniendo en cuenta que es la primera serie de la autora con todo lo que eso supone de torpeza en el desarrollo y de fallos en el dibujo. Quien busque una historia de amor emotiva puede tener en ésta una buena opción.