ME GUSTAS, PERO CÓMO ME ACERCO A TI?
Para conocer a la persona ideal es necesario conocer muchas más y tener las suficientes habilidades sociales para tomar contacto, abrirse a ellas con el único fin de conocerlas. Hay personas que no tienen problemas para moverse en diferentes ambientes con actitud segura y naturalidad, simplemente porque sienten confianza en sí mismos, en sus capacidades de seducción, sus virtudes, en definitiva, gozan de una buena autoestima.
Para conquistar y agradar a los demás , primero tendremos que agradarnos a nosotros mismos.
Cuando nos sentimos seguros tenemos más capacidad de actuar ante cualquier situación, ya que la confianza en nosotros mismos nos ayudará a superar los posibles obstáculos que puedan surgir tales como el rechazo, la crítica o el fracaso. Está claro que una percepción positiva nos ayudará a valorar nuestras capacidades y conocer nuestras limitaciones, conociendo hasta dónde podemos llegar o de qué forma concreta actuar.
El contratiempo aparece cuando reconocemos que hay algo que nos impide abrirnos a alguien que nos interesa. ¿Qué pasa en esa situación? ¿Por qué sólo ocurre ante personas que nos atraen?
Quizás no seamos demasiado conscientes de que nuestra autoestima no es tan sólida cómo nos imaginábamos.
En un ambiente habitual y con personas a quién ya conocemos y nos conocen nos mostramos cómodos y cómplices. No tengo que agradar a nadie ni preocuparme por si me aceptan o no, son mis amigos! Pero, ¿recuerdas el primer contacto con estos amigos? ¿qué hiciste para tomar contacto con ellos? ¿cómo te sentiste? ¿tuviste buenas experiencias?
Todo lo que sentiste en aquel momento es lo que vuelves a sentir cada vez que tomas contacto con personas que te agradan y a las que quieres agradar porque buscamos la aceptación del otro, sentirnos que formamos parte de un grupo, que soy una persona válida.
Si prefieres no tomar la iniciativa ante aquella persona que te gusta por temor al rechazo, quizás deberías revisar cómo andas de autoestima. Empieza a poner en práctica estos 4 pasos :
1.- Valórate más, no eres inferior a los demás, tan solo lo crees tú, ya es hora de tratarte de forma más positiva y cariñosa. Todos tenemos defectos incluido tú, pero no focalices tu atención en ellos. Tienes derecho a no ser perfecto y cometer errores. Huye de aquellas personas que se creen perfectas, no existen!
2.- Desarrolla un pensamiento más flexible reduciendo tus pensamientos críticos. Aunque tu aspecto, tu estatura o tu físico no sean lo más parecido a las revistas, acéptate tal como eres, porque eres único/a y empieza a modificar ciertos aspectos que no te agraden para sentirte mejor contigo mismo/a. Renueva tu vestuario, cambia ciertos hábitos que crees que no te benefician, cuídate un poco más. Transforma todo aquello que no te hace sentir cómodo/a, con pequeñas acciones se consiguen grandes beneficios.
3.- Confronta tus miedos a establecer nuevas relaciones. Cada nueva persona que conozcas te ayudará a ser tú mismo, a experimentar nuevas sensaciones, a interactuar con más soltura, a saber más, a sentirte más seguro cómo persona.
4.- No necesitas la aceptación de los demás para sentirte valioso/a. Las personas te evitarán si te perciben necesitado/a o desesperado/a, pero si sienten que eres independiente y te valoras tal como eres, serán los demás los que deseen acercarse a ti.
5.- Evita a aquellas personas que sólo se fijan en estereotipos sin importarles otras cualidades que las puedan enriquecer. ¿Acaso es importante para ti ser aceptado/a por personas tan superficiales? Revisa tus valores y reflexiona sobre las cualidades que buscas en una persona para saber elegir bien.
Virginia Picó
Psicoterapeuta. Coach en desarrollo personal y relaciones afectivas. Kinesióloga
Fuente : La autoestima, pieza clave. E. Castellví