Me gustó mucho el Hôtel de Glace

Por: @happiesttraveler (Instagram)
Fue hace un año que visite Canadá con mi mamá por segunda vez, pero fue muy diferente ya que esta vez estaba completamente nevado y la temperatura muy baja. La primera ocasión que yo fui hacía calor y estaba soleado, pero mi mamá ya conocía Canadá con nieve. Yo siempre he sido más de frío que de calor, así que me imaginaba como seria con nieve y que me gustaría conocer Canadá así.

Como mi mamá ya había visitado Canadá de esta manera y se había quedado en un hotel de hielo, me había contado de esta experiencia y cada vez me hacia más querer vivir algo así. En este viaje pude vivirla.
El Hotel de Hielo (Hôtel de Glace) es muy grande y está en la ciudad de Quebec. Lo tienen que construir por secciones, así que cuando fuimos no lo habían terminado aún porque lo acababan de abrir (enero 2016). Sin embargo, la parte que yo conocí me impresionó demasiado y pude ver cómo lo construían.
Cuando llegas al hotel te dan una instrucción de cómo se tiene qué dormir. Las camas, al igual que todo lo demás, son de hielo, pero tienen un colchón y piel de castor para que el frío y la humedad no pasen. Aun así, tienes que dormir en un saco de dormir. Te explican cómo poner el saco para que no entre el frío, y como salir de él en la mañana. También te dicen con cuánta ropa tienes qué dormir: solo el térmico. Muchos pensarían que es muy poco, en especial si estas adentro a -3°C, pero es mejor seguir estas instrucciones tal y como te las dicen porque, incluso con el térmico, da calor.
Una de las mayores preocupaciones de muchos cuando van a ir al Hotel de Hielo son los baños. En este hotel hay lo que se podría decir como un lobby que tiene un pequeño restaurante y los baños, y ahí adentro si está caliente, e incluso, pueden esperar ahí hasta la noche y luego ir a dormir.
Pero, ya que en este hotel solo te puedes quedar una noche, sugiero que lo aprovechen con los juegos que hacen. Todos los que se hospedan en el hotel esa noche están invitados a participar. En mi caso, el día que me quedé, primero nos separaron en dos equipos, teníamos una desventaja porque el otro equipo era una sola familia y el nuestro éramos cuatro diferentes. Jugamos tres juegos y, aunque no nos conocíamos, ¡ganamos! Después de esto te dan un cubo de hielo para que puedas hacer una escultura tu mismo. En realidad es más difícil de lo que parece y uno se da cuenta del gran trabajo que están haciendo los constructores del hotel.
También tomé limonada en un vaso de hielo, eso fue raro porque regularmente las bebidas tienen el hielo dentro y no al revés. Cada vez que tomaba un poco, el vaso se iba deshaciendo y al final lo echas en un contenedor. 
A la hora de dormir hicimos lo que nos dijeron y al despertar uno se da cuenta de que se duerme bien en una cama de hielo. Y definitivamente lo volvería a hacer.