Revista Cultura y Ocio

Me hablaron de Ti

Publicado el 21 junio 2014 por Isabel Isabelquintin

Me hablaron de Ti
Desperté sobresaltada esta mañana. Mis miedos se trasladaron a mi almohada y toda la noche soñé contigo.
Si bien es cierto que el tiempo ha pasado y la costumbre se me ha instalado hasta en los huesos, no hay nada mas doloroso que un recuerdo encarnado.
Hace meses que acepté que no soy de hierro y que los recuerdos me hacen vulnerable. Que cuando el perdón llega, se le permite al cerebro rememorar con libertad... y duele, como duele la ausencia, como sólo puede doler un recuerdo de alguien a quién se ha amado.
Pero creyéndome el discurso basura de que el tiempo ya hizo efecto y que nada puede doler ahora porque antes ya lo hizo; me aventuré a volver y a enfrentarme a la prueba de fuego que le esperaba a mi "superado pasado": Amigos en común.
Y allí me di cuenta que el tiempo no sana por completo, porque la cicatriz nunca se borra, porque aunque la costumbre me haga sentir valiente, el exterior es contundente  y juega con un arma letal; la casualidad.
Anoche me hablaron de ti. De lo que ha sido tu vida estos años, de tus alegrías y tristezas. De tus logros y penas. De tus amores y fracasos. De que te he hecho falta...
Miles de horas gastadas en vano, tratando de entender que si ya no estabas era porque ya no me necesitabas, y viene alguien y con sus palabras me arranca la base de mi estabilidad.
Me has echado de menos... ¿Es broma?
Tu silencio y tu distancia jamás significaron eso.
Y yo me aferré  en vano a ello para sobrevivir y resulta que todo acabó para empezar a extrañarnos. Para que como un par de locos,  nos pensáramos en silencio y lloráramos por los rincones esa maldita ausencia que quema por dentro.
Tuvimos que alejarnos, para que seas el imborrable tatuaje de mi cabeza y mi corazón. Para que por el resto de nuestros días la carcél de los remordimientos nos señalen con la frase de nuestra sentencia: Jamás nos diremos adiós.
Después de que me hablaron de ti, de que todo se removió y que los recuerdos se activaron lo único que me faltaba era que pasaras junto a mi y con  esa mirada, les dieras la razón.
No se si al igual que yo, te dio un brinco el corazón.
Issa Quintin&version;
¡Gracias por leer!

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