Revista Opinión

¡Me he bloqueado!

Publicado el 18 diciembre 2012 por Missw @NeloSoriarti
¡Me he bloqueado!Todos lo sabemos: el bloqueo es un coñazo. El bloqueo es lo peor que le puede pasar a un escritor. No poder escribir queriendo hacerlo es una sensación frustrante de la que muchas veces no podemos librarnos. Y es que sí, resulta bonito y hasta romántico que hagamos otras cosas, que leamos, que veamos películas, que salgamos a pasear; pero también es cierto que cuanto menos queremos pensar en algo, más lo hacemos. Por lo menos en mi caso. Y lo peor no es bloquearte al ir a empezar una historia, incapaz de enfrentarte a la tópica y típica hoja en blanco, sin tener muy claro por dónde empezar con tu idea o con ganas de escribir pero sin saber qué escribir (para lo que te recomiendo que leas ESTE artículo o que pruebes algún ejercicio de escritura intuitiva); lo peor es empezar en una historia, avanzarla, que te entusiasme y... bloquearte cuando la lleves a la mitad, en un momento clave o llegar al punto en el que has planificado tan poco y has improvisado tanto que no sabes por dónde van a salir tus personajes, qué es lo que quieres conseguir de una situación o escena y te ves incapaz de avanzar hacia el final. 
A mí me ha pasado bastantes veces, y alguna que otra he desistido, otras he seguido intentándolo y ha resultado bien o un completo desastre. Porque nunca se sabe, en el momento en el que se nos apolilla la mente y se nos bloquea el coco, en ésta y en cualquier actividad creativa (escribiendo un blog, intentando buscar ideas para una foto o un dibujo), nunca sabemos qué va a surgir de ahí. Pero lo importante es no frustrarnos, keep calm y volver a intentarlo. Aquí van algunas de las cosas que yo intento cuando, en medio de una historia, creo que no tengo salida y no sé cómo seguir.
NOTA: estos tructos son aplicables a una historia que te motive, con la que realmente quieras seguir adelante y la que de verdad quieres acabar. No escribir porque estás desmotivado o porque tu historia no te gusta lo suficiente, es otro cantar.
1. Dejar el capítulo siempre empezado:Esto lo hago siempre, y no me va del todo mal. Después de una sesión de escritura en la que he conseguido terminar un capítulo, antes de cerrar el documento y airearme, intento comenzar el capítulo que va después para retomarlo al día siguiente. No escribo páginas y páginas, pero sí, por ejemplo, la escena con la que me gustaría que ese capítulo comenzara. Y si no lo tengo 100% planificado, apunto en el mismo documento lo que quiero que ese capítulo incluya, para tener algo sobre lo que seguir la próxima vez que me ponga a escribir y no perderme en la continua, monótona, frustrante y aburrida espiral del empezar de cero.
2. Múltiples posibilidades:Ya sabéis que yo no soy defensora de planificar las historias al milímetro, porque no soy capaz lo primero y lo segundo, porque prefiero tener cierta libertad a la hora de escribir y, sobre todo, no aburrirme de tenerlo todo marcado. Pues bien, esto también permite que, en el momento en el que me bloqueo después de una escena, o cuando quiero empezar/terminar/seguir una subtrama, pueda preguntarme lo que quiero que pase. Si tengo claro el final, sé a dónde quiero llegar, sólo me hace falta saber cómo hacerlo (como planificar unas vacaciones a un destino, y elegir el transporte). Para ello, hago lo siguiente:1. Cojo una libreta y resumo en una frase la situación actual de la trama:Ejemplo: "El Pirata Elvis acaba de robar un tesoro"2. Comienzo a escribir cosas posibles que pueden pasar. Para esto, intento tener claro el final de mi historia, para no escribir posibilidades que se alejan, en vez de acercarse, a él.Ejemplo: "El Pirata Elvis viaja a una isla para enterrarlo""El Pirata Elvis se gasta todo el tesoro en ron""El Pirata Elvis lo utiliza para comprar un barco""El Pirata Elvis soborna a X personaje para conseguir X objetivo"A la hora de hacer la lista de posibilidades intento que aparezcan otros personajes, que la trama avance hacia el final que quiero escribir o que se creen nuevas situaciones que me impidan seguir escribiendo y no volver a bloquearme.3. Elijo la posibilidad que más me guste o que más se aproxime al objetivo, que es poner el punto y final.
Si lo has liado todo de tal manera que nada te vale, que ni tú mismo te encuentras y cada vez que te pones a escribir sólo consigues liarlo más, te recomiendo que respires hondo y reescribas. Ya hemos visto que no hay que tenerle miedo a reescribir y que no pasa nada por replantearnos una historia. Generalmente los bloqueos llegan porque vamos sin rumbo ni mapa, cosas que ya vimos que no tienen por qué ser malas, en su justa medida, claro.

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