Se ve que este hombre que levantó tantas expectativas está perdiendo el rumbo y no sabe cómo atinar. Se aproximan las elecciones y cualquier cosa vale para echar balones fuera. Ahora resulta que según el premio Nobel de la Paz la culpa de que no se arregle esta crisis, es de Europa.
Obama recrimina al viejo continente no haber tomado las medidas oportunas y ser lentos en reaccionar. Francamente, no le voy a quitar la razón, pero que sea él quien lo reclama, me parece de una hipocresía y de una desvergüenza innoble. Es como si un pirómano tuviera que decirle a los bomberos cómo tienen que apagar un fuego.
El presidente poderosísimo no debería olvidar que Lehman Brothers era un banco estadounidense, que las hipotecas subprime fueron un invento americano, que Madoff, el mayor defraudador mundial de la crisis, era un ciudadano norteamericano, que las agencias de rating que fueron incapaces, el día anterior, de prever la crisis, son yanquis, y que fue allí, precisamente en USA y por USA donde la crisis surgió. Así es que, menos cara dura que ya está bien de echar la culpa a otros.
Todos estamos pringados por el abuso de los poderes financieros, y sobre todo de los norteamericanos. El Sr. Obama, tan santo él, debería hacer acto de contrición, arrepentirse y pedir perdón, en nombre de su país. Sin embargo, como está pasando su peor momento de aceptación entre sus ciudadanos y el año que viene hay elecciones, tiene que buscar excusas.
Excusas para no aceptar que su país fue el principal creador de la crisis, excusas para explicar que ya son 46 millones los pobres en EE.UU. Excusas para explicar que su promesa sobre el plan de salud pública ha fallado completamente. Excusas para explicar los cientos de miles de millones de dólares que ha regalado a los bancos culpables. Excusas para explicar al mundo la vergüenza de la pena de muerte en varios estados americanos, excusas por el mantenimiento de la prisión de Guantánamo. Y ahora parece que ha encontrado una excusa culpando a Europa de la crisis, para que su gente mire hacia otro lado.
Es verdad que en Europa se han tomado medidas equivocadas, apoyando a los culpables –las instituciones financieras-- y recortando el Estado del Bienestar, pero debe quedar claro que quien menos debe decir ni pío es quien es el responsable político del país que ha provocado esta crisis mundial. Y ahora va de listo.
¡Vaya jeta que tiene este pacifista de pacotilla!
Salud y República
Nota: La caricatura es del amigo Kikelín