El escritor A.G. Porta se vale de un dúo cómico, que recuerda al de Beckett en Esperando a Godot, para desentrañar con una enorme dosis de humor, a través de un diálogo absurdo, la literatura de Enrique Vila-Matas.
Me llamo Vila-Matas, como todo el mundo es una Delikatesse para los lectores que conocen la obra de Vila-Matas y para aquellos que quieran adentrarse en ella y descubrir sus claves.
(página 27)
-Bueno, ¿qué te ha dicho la agente?
(...)
-¿Algo más?
-Que hace falta un título y un final, y que el público es sabio.
(...)
-No me negarás que lo del título es de sentido común.
-Siempre que Sin título no sea el título.
(página 58)
-No es lo mismo llamarse Vila-Matas, como todo el mundo, que el hecho de que todo el mundo se llame Vila-Matas.
(página 24)