Vuelvo a traeros a este rincón de autores menos conocidos una propuesta con una sinopsis más que interesante y que es una de las razones que me ha hecho aceptar esta lectura. La otra es porque de José Enrique Vázquez ya leí su anterior novela, El crimen del centurión y me convenció como contador de historias. Una autor que vuelve a tomar la decisión de autopublicar su obra y que construye unas tramas interesantes, nada superficiales y que se leen con gusto.
En este nuevo trabajo se atreve con una novela negra pura y dura cuya sinopsis os dejo a continuación:
“El maduro inspector Marín lleva una tranquila existencia en el departamento de homicidios hasta el día en que recibe una misiva en la que el remitente confiesa haber acabado con la vida de su propia madre, depositándola en un congelador. En la misma, indica igualmente que ha iniciado la elaboración de un diario, del cual, esa nota es la primera entrada.
La carta dará un vuelco a la vida de Marín hasta el punto de que se verá involucrado en un caso que amenaza no sólo su prestigio profesional, sino en último término, su propia vida y la de sus seres queridos. Descifrar la mente del asesino será la única salida para detener la cadena de muertes que apunta al entorno del inspector.
Al mismo tiempo, Marín deberá resolver otra muerte que el destino dejará en sus manos: un conocido médico jubilado con síntomas de intoxicación por fentanilo. Un testamento peculiar avala la tesis del inspector de que hay algo más de lo que puede percibirse a primera vista.
Un relato donde la muerte, los secretos familiares y el sexo son claros protagonistas.”
En palabras del autor “Es una típica novela policíaca ambientada en época contemporánea en Sevilla”
Si os interesa saber algo más de la novela antes de que cuelgue mi reseña os dejo aquí un enlace a un artículo del Diario de Sevilla donde nos hablan un poco sobre ella. Podéis leerlo pinchando aquí