Casi me creí que estaba viendo Pretty Woman o una de esas comedias románticas que tanto me gustan … Al más puro estilo chic-lit, romántico y de suspiro encantador…
Un beso, sencillo y emocionado.
Un beso de mariposas en el estómago.
Un beso que dijo mucho .
Un beso que bien vale la dimisión del Decano del Colegio Oficial de Periodistas de Madrid ( por casposo y mal informado) pero como en esta país no hay de eso ( dimisiones, no; casposos , sí) lo que tiene que hacer este señor es disculparse públicamente. Que se abochorne un poco igual que el periodista sensacionalista del Time que fue el que abrió la “senda” del cotilleo internacional ( ya tenemos bastante con lo que tenemos en España en esto de cotillear y malmeter).
Así que, de la final del Mundial, me quedo con el beso. No hubo mucho fútbol ya que el deporte fue arrinconado por las patadas y el juego a espinilla y esternón pero si que fue mágico ver a Iniesta y a todo el Team ponerse a la cabez del mundo en algo que no sea el paro…
Es una magia con caducidad ( dura de 24 a 48 horas) , una alegría que se va diluyendo a medida que volvemos al agobiante calor, el coche, la oficina y las cosas de la vida pero… nos la han dado y la hemos recibido como agua de mayo. ¿Y quien dice que no, a la alegría?.
Dejadme que sueñe un ratito más. Con ser los “mejores del mundo” y con esa historia de amor… Con el beso, con ese Iker desbordado y esa Sara absolutamente descolocada …
Definitivamente, me quedo con el beso…