Revista Educación

Me topé con TikTok

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Me topé con TikTok

Hace unas tres semanas decidí matar la curiosidad y me descargué TikTok, la red social eminentemente de jovencitos y jovencitas, pero no exclusivamente, porque, y ahora les cuento, me he llevado algunas sorpresas. El no tener que crearme un perfil propio me dio la libertad de averiguar qué hacía tan atractiva la red como para haber desbancado a Instagram y Facebook.

Y así me metí, como quien no quiere la cosa, a ver esos vídeos cortos, la mayoría no superan los 15 segundos, de gente que ni conozco pero que a lo tonto a lo tonto cuando miro el reloj puede haber pasado una hora casi sin darme cuenta. El contenido es de lo más variopinto, pero quizá lo de los retos de bailes es lo más atractivo. Un usuario se inventa un bailecito con una música X y los demás lo imitan, etiquetándolo con el mismo hashtag.

Y así me flipo viendo a gente de veintipocos haciendo unos movimientos de cadera imposibles y que arrastran detrás a un ejército de imitadores, con mayor o menor fortuna, pero que me corrobora que ya estoy mayor y que con la edad me crece el pudor. Aplaudo a quienes no lo tienen, en estos casos, que conste. La mayoría de estos expertos bailarines llegan a los diez millones de visualizaciones en un abrir y cerrar de ojos, como si nada. Y así anda, por ejemplo, un tal Samuel López ...

Luego está el componente humorístico, audios locutados por humoristas como es, por ejemplo, el personaje de Chona, que interpreta la actriz canaria Lili Quintana, y que arrasa también en imitadores. Hasta la propia Quintana se ha animado a imitarse a sí misma.

Pero quizá lo que más me llama la atención es la libertad de muchos usuarios para hacer sus propias creaciones, unos con más estilo que otros, claro, porque ya eso depende de quien lo ve, pero me gusta especialmente la ruptura de estereotipos, de tendencias, de reivindicación de derechos individuales...

Gente de muy diversa índole, aunque tampoco sé realmente cuál es exactamente el perfil de esta red, aunque a simple vista sea mayoritariamente gente joven; desconozco el criterio o el algoritmo, que se dice ahora, por el que me aparecen unos vídeos y no otros. Les decía antes que me sorprendían algunos usuarios, de pronto me aparecen cantantes famosos, futbolistas, alguna que otra política canaria (sí, la hay) o simplemente influencers, esa gran profesión. No sigo a nadie, no interactúo con nadie...

Y ya, matada la curiosidad, viene lo más complicado: desinstalar TikTok para dejar de perder el poco tiempo que tengo, porque no creo que a estas alturas me lance yo a integrar uno de esos ejércitos de imitadores de bailes chulos e imposibles.


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