En la práctica se podría resumir en dos decisiones:
1. decidir si desprenderse o no de una cosa
2. y, si nos la quedamos, decidir dónde ubicarla.
Y así, objeto a objeto.
Para decidir la pregunta es simple: ¿me transmite alegría? Porque orden es rodearte sólo de las cosas que amas, de aquello que te aporta felicidad, y me refiero a cosas y también a personas.
Y una vez has ordenado tu hogar, puedes usar las mismas habilidades para poner en orden tu oficina… y todos los aspectos de tu vida.
Leído en artículo sobre Marie Kondo en ElPeriódico
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