Me volví a emplear… ¿fracasé en mi emprendimiento?

Estamos en la era del emprendimiento. Por todos lados vemos a diferentes personas promoviendo y alentando a que la gente emprenda. De hecho, uno de los argumentos principales es que debes hacer aquello que te apasiona. Porque si no, tu vida será muy triste y un fracaso.

En ese tenor, varias personas inician proyectos empresariales. Los cuales implican una serie de realidades financieras que no siempre coinciden con las expectativas de quien lleva a cabo el emprendimiento.

Esto tiene como resultado que, ante una situación de estrechez económica, quien ha emprendido pondere dejar su emprendimiento para volver a las filas de la empleomanía.

Esto le sucedió a alguien próximo a mí. Que tuvo que dejar su emprendimiento para buscar empleo.

Es por esta razón que vamos a hablar sobre si efectivamente dejar el emprendimiento para volver a emplearse representa un fracaso. Identificar sus implicaciones financieras y ver cómo extraer de esta situación el provecho financiero.

Una de las interrogantes que suelen circundar en las personas es, si emprender es para todo el mundo. En otras palabras ¿Tienen todos el potencial para iniciar y mantener un emprendimiento?

La respuesta es no.

No todas las personas están hechas para emprender una idea de negocio. Y esta información está soportada por las estadísticas que sugieren que, aunque varía de un país a otro, en Latinoamérica en promedio, más del 50% de los emprendimientos sucumben y lo logran sostenerse más allá de los 5 años[1]

Lo que esto quiere decir es que cerrar algún proyecto empresarial no es algo del otro mundo, sino que es algo tan común como la apertura de nuevas ideas de negocio.

Aunque existen varios factores que inciden en esta realidad, el elemento financiero es el que tiene el mayor peso en el contexto de estos nuevos emprendimientos; más específicamente el tema de la liquidez, que es la que soporta las operaciones diarias de la empresa.

No obstante a las estadísticas que soportan el argumento de que no todas las personas están hechas para emprender un negocio, al mismo hecho de emprender está el auxilio de personas que conformarán el equipo que echará a andar el proyecto. Las cuales son necesarias e importantes para el desarrollo del proyecto mismo.

Es decir, para que una empresa crezca requiere de personas, y esas personas tienen que ser empleados(as). Por lo tanto, ser empleado(a) no es sinónimo de fracaso o de falta de visión. Sino que es una respuesta a una necesidad del mercado, la cual puede ser tan bien remunerada como cualquier emprendimiento, sin tener que asumir el mismo riesgo de quien emprende.

Tomando en cuenta que no todas las personas tienen que emprender un negocio, ni que todo el emprendimiento que se inicia será exitoso. La pregunta que surge es ¿Cuáles son las implicaciones financieras de volver a emplearse?

Para responder a esto, primero hay que aclarar algunas cosas para que esta entrada no se preste a confusión.

Con esto no estamos diciendo que tener uno o varios reveses son indicadores que sugieran que tengas que dejar tu emprendimiento. Todo lo contrario, de reveses y situaciones adversas está lleno el camino de quien emprende.

Si ya tienes un proyecto sabrás mejor que cualquiera, las diferentes vicisitudes que tienes que enfrentar en tu día a día con el emprendimiento que estás llevando a cabo. Y no necesariamente significa que tengas que dejar tu proyecto.

A todo esto, que ceses las operaciones de tu emprendimiento es una posibilidad que puedes ponderar ante la insatisfacción de las expectativas. Y eso no significa que fracasaste, sino que esa idea en particular no prendió en tus manos.

Lo cual invita a que reencauses tus talentos hacia una actividad, que en este caso puede ser la empleomanía, para que puedas generar beneficios.

Implicaciones financieras de volver a emplearse

Partiendo de estas realidades, vamos a listar dos implicaciones financieras que están vinculadas a dejar atrás un emprendimiento para avocarse a una carrera profesional en una empresa.

Implicación No. 1: Descargo del costo operativo de un negocio

Lo primero en lo que entra quien decide dejar el emprendimiento y emplearse es que ya no tienes la responsabilidad o la carga de un costo operativo que sostiene tu empresa.

ME VOLVÍ A EMPLEAR… ¿FRACASÉ EN MI EMPRENDIMIENTO?

Toma en cuenta que uno de los factores de mayor incidencia en todo esto es el financiero, más específicamente en la sostenibilidad operativa de la empresa. Que al pasar a una estructura de empleo, se descarga por completo este frente financiero.

Implicación No. 2: Expectativa de generación de beneficios financieros diferente

Lo segundo que debes tomar en cuenta es que al entrar al mundo de la empleomanía, como quizás ya has experimentado, el sistema de retribución o generación de beneficios es distinta a la potencialidad que tiene un emprendimiento.

Esto es que por una parte tendrás un mayor nivel de seguridad y estabilidad en cuanto a tus ingresos fijos. Ya que ahora pasas a recibir un salario, independientemente de cómo te vaya en tal o cual mes. Y los incrementos estarán sujetos básicamente a tu desempeño anual y a la manera en que dicha empresa tenga su sistema de bonificaciones.

Esto se traduce en que tus incrementos anuales rondarán entre el 7% y 10% dependiendo del tipo de empresa o industria al que pertenezcas y a los estándares que hayas cumplido y el sistema de evaluación de desempeño.

Mientras que en el emprendimiento el crecimiento financiero está sujeto a qué tan aceptado es el producto o servicio que ofreces y a la manera en que logras expandir el negocio. En ese sentido, el crecimiento es "ilimitado", entre comillas porque existen ciertas variables propias de cada industria, que lo hacen, en cierta medida "limitado/ilimitado" al mismo tiempo.

Partiendo de lo que hemos visto una pregunta que surge es ¿Cómo extraer un beneficio financiero de esta situación? Ya que dudo que cuando iniciaste tu proyecto hayas pensado regresar a ser empleado(a).

No obstante, puedes extraer un beneficio financiero de esta situación.

En primer lugar debes verlo, en caso de que entiendas que volverás a emprender, como un período transitorio en donde estas estabilizando tu estructura financiera. Teniendo ingresos fijos, los cuales puedes canalizar hacia la creación de capitales que te pueden ser de utilidad para retomar el emprendimiento que dejaste o bien iniciar uno nuevo.

En segundo lugar puedes, en caso de que entiendas que el emprendimiento es algo lejano, iniciarte en el mundo de las inversiones en bolsa de valores, mercado de dinero o instituciones financieras, los cuales pueden presentar rendimientos atractivos para tu gestión financiera sin tener que hacer muchos esfuerzos como cuando estabas al frente de tu empresa.

Y por último, esto te crea un espacio de reflexión y evaluación de tu gestión financiera empresarial sin tener la presión o responsabilidad de los gastos fijos relacionados a una empresa determinada.

Volver a ser empleado es una opción que debes ponderar si tu emprendimiento no satisface tus expectativas financieras. Esto no significa que hayas fracasado, sino que al hacer un análisis costo beneficio has llegado a la conclusión de que es mejor obtener beneficios de una manera distinta a emprender.

Al mismo tiempo, que vuelvas a emplear no significa que sea para siempre. Este puede ser un período para que reagrupes, ordenes y estabilices tus finanzas personales, para quizás en lo adelante, con una mentalidad distintas emprendas la misma idea de negocios o una nueva.

Por lo tanto, toma ánimo, que si lo hiciste fue por una razón válida que no todas las personas van a entender, pero que te trae paz y estabilidad financiera.

A todo esto, debes tomar en cuenta que existen implicaciones financieras que te afectan de manera directa, en tu gestión del dinero como son el descargo de la responsabilidad fija de un negocio y por otro lado el crecimiento en los beneficios financieros, los cuales pueden verse reducidos a montos fijos anuales.

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