100 estampas de Salamanca
En el límite de las provincias de Cáceres y Salamanca se encuentra el Meandro de Melero, que traza el río Alagón, afluente más largo del Tajo, y está considerado como uno de los monumentos naturales más bellos de la península ibérica. El Alagón ha moldeado en su cauce un meandro espectacular, una curva de casi 360 grados que se puede disfrutar desde ambas provincias, más aún en época de grandes lluvias que se convierte en islote.
El río Alagón toma sus aguas de las sierras de Francia y de Béjar y discurre encajado entre ambas, hasta que abandona la provincia de Salamanca y penetra en la de Cáceres, y crea una original frontera natural, un paraje extraordinario de inigualable belleza entre Castilla y León y Extremadura.
La parte interna del meandro pertenece a Sotoserrano, Salamanca, que se encuentra dentro del Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia, pero el mejor lugar para admirar esta maravilla natural es el Mirador de La Antigua, en Riomalo de Abajo, Cáceres, en la Comarca de Las Hurdes. Desde allí se ve en todo su esplendor con la cordillera montañosa de la Sierra de Béjar como telón de fondo, aunque en 2023 se ha habilitado un nuevo mirador, el Mirador de la Romerosa al que se accede desde el pueblo salmantino de Sotoserrano. Por esa razón el meandro es uno de los iconos turísticos para ambas provincias. El meandro es una excusa para visitar sus alrededores, tanto del norte de Cáceres como del sur de Salamanca: La Alberca, el pueblo de Granadilla en Cáceres o el Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia.
Hay varias rutas de senderismo de diferentes niveles y dificultad para disfrutar del meandro, o también se puede participar de descensos en canoa, pesca o avistamiento de aves. El mejor momento para apreciar el Meandro de Melero, una de las estampas más bellas de la provincia, es en primavera, después de una temporada de lluvias o cuando la presa está cerrada, pues el meandro depende mucho del nivel del embalse de Gabriel de Galán. También en otoño es posible disfrutar desde el mirador los sonidos de la berrea del ciervo, el colorido de sus bosques, las cabras montesas o el avistamiento de aves acuáticas, cigüeñas negras, o varias aves rapaces.
El Meandro Melero tiene una importancia geológica significativa, su formación se debe a la acción erosiva del agua a través del tiempo sobre las rocas sedimentarias que lo rodean, moldeando un profundo giro circular sobre el terreno por el que discurre el río. Quizás sea uno de los mejores ejemplos que se pueden ver en la península ibérica de este tipo de formación fluvial, merece la pena ver tanta belleza natural.
CIEN ESTAMPAS DE MI TIERRA