Revista Cultura y Ocio
Al tonto Mediano le tocó trabajar para el bando de los franquistas, como podría haberle tocado trabajar para los republicanos…
Y es cierto que el tonto Mediano ha elegido su oficio de “ejecutor de penas de muerte en un pelotón de fusilamiento”, pero lo hizo porque es un trabajo cómodo, limpio, no ves “el frente”, comes caliente todos los días, duermes en cama y no al raso…
Pero no es tan fácil como parece. Porque el tonto Mediano también se imagina que muchos de los que fusila seguramente no se merecían que les quitasen así la vida…
Por eso el tonto Mediano procura que los fusilados sean personas sin rostro, y por eso nunca les mira a los ojos, solo a su corazón “a través de la mirilla de su máuser”…
Porque lo que más teme el tonto Mediano es que en el futuro las ánimas de sus fusilados danzen a su alrededor y por culpa de eso no pueda conciliar el sueño…
Porque ha sucedido ahora que la medianoche del dieciséis de septiembre del año 1937, por primera vez le ha fallado la técnica de no mirar a los ojos del reo, un anarquista vasco, Nicolás Guerendiain …
JUAN CARLOS RAMIREZ-ESCUDERO – “GUERENDIAIN”- 2007- BILBAO