Medias verdades del Gobierno en el caso de la vacuna Infanrix y las muertes de bebés
Por Miguel
@MiguelJaraBlog
La vacuna
Infanrix hexa del laboratorio GlaxoSmithKline ha provocado decenas de muertes de bebés. Lo supimos gracias a un
estudio clínico confidencial realizado por la empresa farmacéutica y filtrado. Durante las últimas semanas hemos desgranado el asunto:
-Pedimos que la información del laboratorio llegue a la población
-Advertimos que faltan datos en los estudios de la compañía filtrados
-Nos preguntamos si se han evaluado las muertes evitadas por la vacuna Infanrix antes de ser autorizada
-Contamos que parte de las autoridades sanitarias obvian las muertes producidas
-Todo esto suscitó que Gaspar Llamazares llevara al Parlamento español varias preguntas al Gobierno por las muertes de bebés relacionadas con la vacuna Infanrix hexa
La respuesta del Gobierno llega ahora a través de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. La iremos desgranando también porque tiene miga y estaremos atentos a los compromisos que manifiesta dicho organismo. Por lo pronto, en el Bufete Almodóvar & Jara, quienes ayudamos a Llamazares a preparar las preguntas al Gobierno, observamos varias cosas:
-El control absoluto de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) en el tema de las vacunas. Debéis de saber que este organismo sólo es consultivo, quien ejecuta sus consejos es la Comisión Europea, quizá el mayor coladero de lobbies de toda Europa. La EMA, de manera paradójica, no depende de la Comisión de Sanidad europea sino de la de Comercio. Esto explica muchas cosas.
-Buena noticia las nuevas intenciones de farmacovigilancia en cuanto a la transparencia de información al ciudadano.
-No ha habido alertas sobre la vacuna Infanrix. ¿Cuales son entonces los criterios de las alertas sanitarias? ¿Qué número de notificaciones de Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAM) incluidas muertes son necesarias? ¿Cuántos bebés han de morir para que las autoridades nos adviertan de la peligrosidad de un fármaco?
-La respuesta de la Agencia no dice nada sobre cómo ha de exponerse al público la información sobre medicamentos sospechosos en ficha técnica y prospecto.
-Dicen que no hay metales pesados en las vacunas infantiles pero sabemos que hay aluminio en muchas de ellas, entre otros componentes tóxicos utilizados como adyuvantes y conservantes y al menos y trazas de timerosal (un sospechoso conservante elaborado con mercurio utilizado, por ejemplo, en ciertas vacunas contra la gripe A).
Esto por hoy. En una próxima entrega, que publicaremos el lunes, trataremos de ciertos
trucos dialécticos utilizados para excusar la realidad, al menos en nuestro país
no se firma consentimiento informado sobre vacunas cuando legalmente debería ser así.