La aprobación acelerada de medicamentos, útil en ciertos contextos, puede llevar a aprobar productos que después se demuestran ineficaces y son retirados del mercado.
Un artículo extenso en Nature comenta que, tras su retirada, siguen comercializándose en muchos otros países, que los introdujeron fiados en la aprobación acelerada de la FDA, siendo más afectados los menos desarrollados. Una carta al director señala que esto también sucede en países desarrollados, como Japón. Es clara la falta de ética de las compañías que prosiguen su comercialización en estos otros países.