Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Jhons Hopkins han demostrado que el fármaco Chantix o Champix, empleado para ayudar a las personas fumadoras a dejar su habito, podría estar directamente relacionado con el aumento de infartos y otras patologías asociadas.
El principal compuesto del medicamento sería la vareniclina, una molécula encargada de unirse al receptor neuronal que utiliza la nicotina. A través de esa unión se pretende bloquear la absorción de la sustancia y liberar al mismo tiempo dopamina, el mismo neurotransmisor que segregamos al fumar. La explicación de los efectos de este medicamento encandiló desde el primer momento a la opinión pública que vio en Chantix una solución a corto plazo para tratar sus problemas de acción a la nicotina.
Ahora, tras la gran acogida del fármaco por millones de fumadores, un estudio reciente ha demostrado que quizá el mismo no sea tan milagroso. Según los datos sacados a la luz por la Universidad de Johns Hopkins (EE.UU) y la Universidad East Anglia en Inglaterra, en 14 de los ensayos que se realizaron de las 4.908 personas que tomaban el fármaco 52 sufrieron posteriormente problemas cardiovasculares, en contraste con los 27 de los 3.308 que tomaron placebo.
Evidentemente la farmacéutica encargada de comercializar Chantix ha declarado que los datos no son nada relevantes, pero lo cierto es que en los próximos meses deberá someterse a una revisión mucho más profunda y exhaustiva del producto que lleva comercializando desde el 2006.