Los pacientes ancianos suelen estar polimedicados, lo que da lugar a un riesgo mayor de sufrir resultados negativos asociados al uso de los medicamentos. Otros factores que influyen negativamente son la automedicación, las dificultades en la comprensión de las pautas de las tomas de los fármacos y la dificultad de manejar, por problemas de movilidad o de la vista, los medicamentos y sus envases.
Cambios en los pacientes geriátricos
Se producen además modificaciones en la forma que interactúan los fármacos con el cuerpo, como el aumento del pH del estómago, que afecta a la cantidad de fármaco (libre o ionizado) que pasará a nuestro torrente sanguíneo, o el aumento de grasa asociado a la pérdida de agua corporal, lo que modifica la acumulación de los medicamentos que tienden a almacenarse en compartimentos de agua o en la grasa.
También se ven afectados el hígado, que tendrá una menor capacidad de metabolizar (procesar para después eliminar) los medicamentos, y de los riñones, que no podrán eliminar eficazmente los desechos del fármaco.
Los efectos indeseables
Me he fijado en que muchos de los medicamentos con contraindicaciones en pacientes geriátricos actúan de una forma similar: provocando síntomas anticolinérgicos. Es fácil recordar qué efectos tienen los fármacos de este mecanismo de acción con la siguiente regla mnemotécnica de Sketchy Medicine:
- Hot as a hare: caliente como una liebre (aumenta la temperatura corporal).
- Dry as a bone: seco como un hueso (no se suda, la boca se seca).
- Blind as a bat: ciego como un murciélago (las pupilas se dilatan, y no se enfoca bien la vista).
- Red as a beet: rojo como un rábano (la piel se enrojece).
- Mad as a hatter: loco como un sombrerero (se produce confusión euforia, delirio...).
Medicamentos desaconsejados en ancianos
Algunos de los medicamentos con los que hay que un especial tener cuidado son:
Analgésicos opiáceos
- Petidina, también llamada meperidina (Abstral®), puede tener interacciones como con antivirales, y además puede causar confusión.
- Pentazocina provoca efectos adversos a nivel del sistema nervioso central (SNC).
- Propoxifeno tiene pocas ventajas en comparación con el paracetamol.
"¡Solo es un rasguño!" - El Caballero Negro.
Ansiolíticos e hipnóticos
- Benzodiazepinas como alprazolam, lorazepam (Orfidal®), oxazepam (Suxidina®), temazepam, triazolam o zolpidem: se debe reducir la dosis habitual.
- Otras benzodiazepinas como, por ejemplo, clorazepato (Tranxilium®), diazepam (Valium®), flurazepam (Buccolam®) o quazepam (Quiedorm®) tienen efectos adversos sobre el SNC y aumentan el riesgo a sufrir caídas que producen fracturas óseas.
- El meprobamato, un metabolito del Mio-Relax®, que a su vez fue retirado del mercado en España en 2008 puede crear dependencia, e induce con más facilidad el metabolismo de otros fármacos que se tomen. Tiene mayor capacidad de producir depresión, coma y muerte.
Fuentes:
Vidal Vacemecum Spain: Vacemecum.esPardo, C et al. (Butlletí d'informació terapèutica, 2007): Utilización de medicamentos en el paciente geriátrico