La ansiedad, un trastorno que afecta a millones de personas en todo el mundo, puede ser abordada a través de diversas estrategias terapéuticas, incluyendo el uso de medicamentos. En este artículo exploraremos las opciones farmacológicas disponibles, tanto recetadas como de venta libre, y también una perspectiva alternativa proporcionada por el libro “Sin miedo” de Rafael Santandreu.
Antes de seguir quiero puntualizar que no soy una experta de la salud mental, simplemente una persona que ha padecido ansiedad extrema en sus carnes y ha pasado por muchas fases hasta dar con la solución. Tomé medicamentos para la ansiedad en el peak de mis ataques, pero éstos fueron gasolina que avivó el fuego en lugar de apagarlo.
Los ansioliticos acabaron causándome “adicción” en el sentido de que recurría a ellos en lugar de enfrentar las situaciones y la tolerancia cada vez era mayor, con lo cual tendía a incrementar la dosis hasta el punto de que poco me hacía. Por otro lado, los antidepresivos en mi caso particular me causaron un impacto muy negativo. Padecía de mareos, insomnio, alteraciones en la visión, temblores… a parte de los efectos secundarios que causaban en mi organismo.
Cada persona es diferente y ha de encontrar su camino, pero aquí quiero compartir las opciones disponibles de medicamentos para la ansiedad junto a lo que fue clave para mí y cientos de personas según muestran los testimonios de Youtube.
¡Vamos allá!
Medicamentos recetados para la ansiedad
Los médicos y psiquiatras suelen recetar varios tipos de medicamentos para manejar y tratar la ansiedad, cada uno con sus propias características y mecanismos de acción:
- Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS): fármacos como sertralina, fluoxetina y paroxetina. Estos medicamentos ayudan a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir los síntomas de ansiedad.
- Benzodiazepinas: clonazepam, alprazolam y diazepam son algunos ejemplos. Estos actúan rápidamente para disminuir la ansiedad, pero su uso a largo plazo puede llevar a dependencia. Las benzodiazepinas se refiere a los ansiolíticos que desgraciadamente en España son tan consumidos por la población. Tanto es así que el año pasado el periódico El Público anunció que España era ya el país del mundo que más diazepam consumía al dispararse un 110% su uso.
- Antidepresivos Tricíclicos: Como la amitriptilina, utilizada en casos de ansiedad generalizada. Aunque efectivos, pueden tener efectos secundarios más marcados que los ISRS.
- Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y Noradrenalina (IRSN): Como venlafaxina y duloxetina, que pueden ser útiles en el tratamiento de varios tipos de trastornos de ansiedad.
Medicamentos sin receta
Existen también opciones de venta libre que pueden ayudar a gestionar episodios leves de ansiedad, pero su impacto es bastante liviano, por lo que de poco servirán si tienes un ataque fuerte o estado continuo de ansiedad:
- Suplementos de hierbas: valeriana y pasiflora son populares por sus propiedades calmantes.
- Té de hierbas: como la manzanilla, conocida por sus efectos relajantes.
- Productos de CBD: disponibles en varias formas, estos pueden ayudar a aliviar la tensión sin necesidad de receta médica.
- Medicamentos sin receta como Lasea, un medicamento recomendado para el tratamiento de los síntomas transitorios de ansiedad, con la única condición de que seas mayor de 18 años.
“Sin miedo” de Rafael Santandreu: una perspectiva transformadora
Más allá de las opciones farmacológicas, existen recursos que pueden ayudar a cambiar profundamente nuestra percepción de la ansiedad y cómo gestionarla. Generalmente se aconseja hacer terapia psicológica, y en lo referente a la ansiedad, la terapia cognitivo conductual se lleva la palma.
Hay otro recurso, mucho más barato incluso, con el que yo di en un momento clave en mi vida, y que cuento en mi testimonio en Youtube con el autor:
Uno de estos recursos es el libro “Sin miedo” del psicólogo Rafael Santandreu. Este libro no solo aborda la ansiedad desde un punto de vista práctico, sino que también ofrece herramientas para transformar nuestra manera de ver el mundo y enfrentar diversas situaciones de la vida. ¿Cómo? con el método de los 4 pasos.
Santandreu propone que la mayoría de nuestras ansiedades provienen de cómo interpretamos lo que nos sucede, más que de los hechos en sí. Su enfoque se centra en fortalecer la mente a través de ejercicios y técnicas cognitivas, proponiendo un método que es aplicable no solo a casos específicos de ansiedad sino a un amplio rango de desafíos cotidianos.
Lo más llamativo del libro es la cantidad de testimonios que comparte de personas que han superado ataques de ansiedad, pánico, TOC, hipocondría, depresión… después de haber probado en muchos casos medicamentos para la ansiedad que de poco o nada sirvieron. Es muy reconfortante ver cómo personas con historias muy diversas, edad y origen, consiguen superar sus miedos a través de aplicar este método y hacerle frente a las causas de su ansiedad. No es un método fácil, al revés, requiere mucho esfuerzo y constancia, pero merece la pena porque transforma tu vida si lo aplicas bien.
Reflexiones finales
El manejo de la ansiedad puede requerir una combinación de tratamientos médicos y enfoques alternativos como los que propone Santandreu en su obra. Mientras que los medicamentos pueden ser esenciales para algunos, libros como “Sin miedo” ofrecen una perspectiva valiosa para aquellos interesados en métodos no farmacológicos que promueven un cambio duradero en la percepción y el manejo de la ansiedad.
Al fin y al cabo la elección del tratamiento debe ser personalizada, considerando tanto las recomendaciones médicas como las preferencias personales, el punto en el que nos encontramos en la vida y las ganas que tenemos de recuperarnos de verdad.