Como ya sabéis, este blog tiene un grupo de apoyo a la lactancia online en Facebook y el tema de la medicación durante la lactancia está muy presente. Son muchas madres las que tienen dudas al respecto y yo misma las tuve hasta que estuve harta de que me dijeran que si quería curarme tenía que dejar de lactar e indagué un poco y leí al Doctor Carlos González en su maravilloso libro “Un regalo para toda la vida”, desde entonces ya no tengo dudas. En su libro y en lo que saqué en claro he inspirado esta entrada.El otro día una madre que lacta me hizo una consulta. Amamanta a su bebé y es alérgica al polen, además de las que lo pasan mal, con pastillas, ventolín y rinocort. Lo estaba pasando fatal pues le había pedido a su médico el tratamiento para la alergia pero este le dijo que no podía tomarlo con la lactancia. Que o destetaba a su bebé o se aguantaba con los síntomas.Imaginaos la angustia de esa pobre mamá, se encontraba ante una gran encrucijada. -¿Qué hago?, yo no quiero destetar a mi bebé-, me decía. Me preguntó si yo sabía de algún medicamento compatible y casualidades de la vida, como yo también tengo alergia estacional y ando de aquella manera le pude contestar sin lugar a dudas.
Yo tenía un médico de cabecera muy reacio a recetar nada durante la lactancia, es más, cuando nació mi pequeño me dijo que ya me daría cuenta de que con la lactancia era igual que con el embarazo y que me tocaba aguantarme o destetar, me pasase lo que me pasase, qué mala es la ignorancia…. Yo le insistí en que no podía creerme que tuviera que quedarme así y en que, por supuesto, yo iba a destetar a mi pequeño y que me buscara alguna alternativa. Después del broncazo se le ocurrió mirar el abandonado Vademecum que tenía por la consulta y ¡qué cosas!, descubrió que la Loratadina, antihistamínico que llevaba tomando desde hacía años, era compatible con la lactancia, así como todos los sprays nasales e inhaladores que llevaran como componente Budesónida, es decir, el tratamiento que yo ya llevaba antes de quedarme embarazada . Es decir, que si le llego a hacer caso o me ahogo con la alergia o desteto a mi hijo cuando, como ya hemos visto, no existía ningún problema en tomármelos lactando a mi hijo.
Y es que tanto médicos como pediatras están muy mal informados sobre medicamentos compatibles con la lactancia y más con la lactancia en general. Los médicos de pediatría sólo tienen una hora en toda su carrera de formación en lactancia materna y los médicos de cabecera ni eso. Lo malo es cuando dan por hecho que te tienes que aguantar con la enfermedad o peor aún cuando se atreven a decirte sin ningún pudor que destetes a tus hijos, como si eso no tuviera ninguna importancia.Y en las farmacias la cosa no va mejor, eso de “consulte a su farmacéutico” a veces no sirve de nada, porque unos no saben y otros, como le pasa a mi farmacéutica, pecan de demasiado precavidos y cuando les dices que estás amamantando se niegan a darte cualquier cosa que le pidas pues, claro, estás dando el pecho a tu hijo y lo puedes dañar. La mía ha llegado hasta el punto de no quererme vender una crema para las picaduras o unos óvulos vaginales porque estaba lactando cuando sabemos que los antimicóticos y los corticoides suaves y vía tópica no interfieren con la lactancia. Y no los culpo, porque ellos se guían viendo los prospectos de los medicamentos en los cuales, cuando llegan al apartado de “embarazo y lactancia” todas las compañías farmacéuticas se lavan las manos advirtiéndote que el medicamento pasa a la leche materna y por tanto no son recomendables y sobre todo, no diferencian el embarazo de la lactancia, un grave error que cometen todos y que nos llevan a pensar que las consecuencias para nuestro bebe son las mismas vía leche materna que dentro del seno materno, nada más lejos de la realidad. No hay que confundir la lactancia con el embarazo, son dos cosas totalmente distintas.
Y lo peor de todo es que a veces te niegan medicamentos que son utilizados en lactantes cuando los necesitan incluso en bebés prematuros, prueba de que no le hará ningún daño y más teniendo en cuenta que la cantidad de medicamento que pasa a la leche materna es tan insignificante que el bebé tendría que beber bastantes litros de leche diarios para lograr tomar una sola dosis de las que él necesita tomar. De ahí que me parezca otra tontería cuando muchos médicos nos dicen que cuando tanto mamá como bebé tienen una enfermedad con que tome el medicamento la madre el bebé ya la recibe por el pecho, qué tontería, con lo que recibe a través del pecho no tienen ni para empezar. En estos casos tanto la madre como el bebé deberían de tomar la dosis completa que necesitan.
Es totalmente cierto que existen muchos medicamentos que están realmente contraindicados con la lactancia y otros totalmente excluidos. Hay medicación como la que se suministra en algunos casos de cáncer en los que no queda más remedio que destetar al bebé hasta suspender el tratamiento, e incluso así y si se desea, se puede sacar la leche cada día para que no descienda la producción de leche y una vez suspendido el tratamiento se puede volver a amamantar al bebé.También hay tratamientos que son incompatibles y otros que, aunque no son del todo recomendados para la lactancia podemos tomarlos en caso de necesidad teniendo en cuenta algunos parámetros del mismo como su peso molecular, su biodisponibilidad, el índice leche/plasma o el tiempo máximo que tarda en llegar a su máxima concentración en la leche, sin hacer ningún mal a nuestros pequeños.
Pero por suerte, la mayoría de medicamentos que tomamos habitualmente –antiinflamatorios como el Ibuprofeno, antitérmicos como el paracetamol, antimicóticos, antibióticos, mucolíticos, expectorantes, antihistamínicos, inhaladores, estos mismos vía tópica, anestesias locales, epidurales e incluso generales (no pasan a la leche)..- son compatibles con la lactancia materna a dosis normales y no le haremos ningún daño a nuestros hijos por tomarlos o utilizarlos. Como es de comprender, es mejor tomar el medicamento en cuestión a las consecuencias de no hacerlo. Además en este tipo de enfermedades habituales está desaconsejado dejar de lactar por el bien del bebé, que precisamente en el momento que la madre está enferma, recibirán a través de la leche los anticuerpos necesarios para que su organismo las combata.
Hace ya tiempo llegó a mis manos una página creada por la unidad de pediatría del hospital de Denia: “e-lactancia.org” que precisamente explica, de manera específica y completísima, la compatibilidad de todos los principales medicamentos que utilizamos así como hierbas, drogas y enfermedades con la lactancia materna, el grado de riesgo, las alternativas existentes y todos los datos farmacocinéticos que necesitamos conocer sobre el medicamento en cuestión. Esta Web nos puede servir de guía ante una duda y de gran ayuda y soporte cuando necesitamos un medicamento o cuando nuestros médicos se niegan a recetarlos.
Siempre debemos procurar la mejor ingesta de medicamentos a nuestros bebés y niños pero también debemos saber que en la mayoría de casos no tenemos por qué destetar a nuestros pequeños y sobre todo no tenemos por qué sufrir nuestras enfermedades o convalecencias sólo porque nuestros “profesionales de la salud” no tengan ni idea. Con el anuncio de esta Web no apoyo la automedicación, ni muchísimo menos, es más, considero que eso sí que es peligroso tanto para nuestros hijos como para nosotras mismas, quiero decir que cuando acudáis por alguna enfermedad o dolencia al médico recordadles siempre que estáis amamantando, y si os dicen que destetéis aseguraos de qué medicamento os quieren recetar y si tiene realmente algún efecto sobre el bebé y si existe laguna alternativa menos agresiva. Y sobre todo, no olvidéis que, como ya he mencionado antes, la cantidad de medicamento que pasa a la leche es insignificante, así que si necesitáis tomar una medicación hacedlo de forma correcta terminado el tratamiento, porque podéis tener la tranquilidad de que no hacéis daño a vuestros hijos.