Revista Infancia

¿Medicar o no medicar en el TDA?

Por Rosinauriarte

¿MEDICAR O NO MEDICAR EN EL TDA?

El TDA o trastorno de déficit de atención puede definirse como una condición presente en el individuo caracterizada por dificultad para el control de impulsos, para centrar atención en el desarrollo de tareas y en algunos casos , por un exceso de actividad corporal, que interfiere en el aprendizaje escolar, el control conductual y la interrelación social. Hay autores que sostienen que esta condición tiene una base neurobioquímica y sus síntomas pueden incrementarse por una serie de factores de tipo socio/familiar y/o escolar. Es importante destacar que el diagnóstico de TDA es motivo en la actualidad de amplia discusión entre la población de profesionales dedicados al área de la salud. Entre psicólogos, psiquiatras y neurólogos existen amplias discrepancias con respecto a la fiabilidad de los diagnósticos y con respecto a la existencia o no de este trastorno. Así como hay discrepancias con respecto al diagnóstico también lo hay con respecto al tratamiento que es necesario implementar en estos casos. El que se usa con mayor frecuencia es medicar a los niños con fármacos como metilfenidato o atomoxetina, entre otros, sin embargo, existen otras opciones.
¿Por qué NO MEDICAR a los niños con TDA?

Hay varias razones para hacer este planteamiento:
1. El diagnóstico de TDA es incierto. Con frecuencia escuchamos que: “Hay que hacer un buen diagnóstico, con todas las pruebas y exámenes neurológicos correspondientes para que haya certeza y el diagnóstico sea fiable”. Hasta este momento, no existe NINGUNA PRUEBA ni neurológica, ni endocrina, ni un estudio de imágenes, ni un examen de laboratorio que nos confirme que un niño (ni un adulto) tiene TDA. El diagnóstico es CONDUCTUAL resultando preocupante la cantidad de cuestionarios y test que han surgido con motivo del TDA, muchos de los cuales dan resultados poco fiables, abultando las cifras del diagnóstico. Ante un diagnóstico incierto y confuso no se debe optar por medicar a los niños sin probar antes otras alternativas.
2. En segundo lugar están los posibles efectos secundarios. En relación a Strattera (atomoxetina) el laboratorio que la produce señala que 4 de cada 1.000 niños que ingieren esta droga puede llegar a tener ideas suicidas. A consulta psicológica llegan niños con ideas suicidas o con rasgos de depresión generados por este medicamento. Con el metilfenidato (Ritalín, Concerta, Rubifén, Medikinet) que es una de las drogas más utilizadas en el tratamiento del TDA ocurre que es una anfetamina, droga potencialmente adictiva aunque los defensores del uso de los fármacos en el TDA digan que no. El metilfenidato está catalogado como una droga similar a la cocaína. Todos los fármacos utilizados pora el TDA además, pueden producir otros efectos secundarios como dolor de estómago, inapetencia, trastornos en el crecimiento, tics, etc.
3. Existen terapias alternativas que pueden brindar amplios beneficios a los niños con TDA, entendiendo por Terapias Alternativas todas aquellas intervenciones que, a través de agentes primarios no químicos pretenden mejorar la calidad de vida de personas tanto sanas como con algún diagnóstico de disfuncionalidad. Entre estas terapias pueden señalarse: bioterapia, reeducación conductual, terapia cognitivo-conductual, terapia visual, terapia auditiva, terapia de reorganización neurológica, etc. Cada niño recibirá la terapia correspondiente de acuerdo a los resultados de la evaluación psicológica practicada.
Las terapias alternativas funcionan. Antes de empezar a tratar a un niño es indispensable practicar una evaluación psicológica exhaustiva que refleje las áreas de disfuncionalidad y/o inmadurez del niño, y sobre esa base se sugerirán cuáles son las terapias correspondientes.
Estos contenidos reflejados en los párrafos anteriores constituyen el tema central del taller:
El déficit de atención sin fármacos
Impartido por: Gladys Veracoechea Troconis, Psicóloga infantil, autora del libro "El déficit de atención sin fármacos", (Psimática, 2008)

Este taller se imparte en los colegios u otras instituciones (asociaciones de TDA, centros de salud de niños, asociaciones de padres, etc.) y está dirigido a padres, docentes, profesionales de la salud y público en general.
Colegios u otras instituciones interesadas:
contactar con Gladys Veracoechea por los correos [email protected] o [email protected]o por el teléfono 654862607


Volver a la Portada de Logo Paperblog

LOS COMENTARIOS (2)

Por  necco
publicado el 21 julio a las 21:21
Denunciar

Mi caso es particular que les comentare que me he cambiado varias veces de carrera, es que no se como que me aburro, y evito el esfuerzo mental. Aunque me gusta sinceramente estudiar de todo música, inglés, mandarín, computación, ajedrez, etc. Y no se ese hecho de creer que una institución me va a dar los conocimientos que quiero, ya no es posible creer, uno solo recibe órdenes, y no puede contradecir nada. Solo que yo empece a vivir con esto de adulto, mi experiencia es bien extraña. No puedo explicarla claramente. Me encantaría ser más claro pero la verdad, también tengo problemas de autoridad. En fin, siento que lo que se aprende en el aula universitaria se puede aprender por cuenta propia.

Por   Amarula
publicado el 13 octubre a las 03:14
Denunciar

Soy un adulto con TDA, recientemente diagnosticado como tal, una que otra vez, hace unos años también. Tengo 42 años, de los cuales 42 viví con esto. Sí, debo ser honesta, soy algo diferente al resto, pero esa cantidad que era enorme y que comprendía "el resto", se acorta. En mi generación, eramos poco, luego fue aumentando hasta llegar a cifras, que no se puede en la actualidad decir, que somos excéntricos, porque ya estamos llegando a ser la mayoría. Como la política, este tema del TDA, cambio de giro, como cambian las elecciones y los candidatos. Ahora no resulta que como hace 30 años eran niños depresivos o con disfunsión cerebral, se le dio el título, mas "chic" digamos así de Transtorno de Déficit de Atención. Un coeficiente brillante y una emocionabilidad arrolladora, mucha energía y aburrirse en aquellos años, de la bendita pizarra, a la que yo consideraba "primitiva". Y es que el tiempo me dio la razón...qué len tas eran las clases, donde tenía que aguantar a la profesora con su perorata de 2 horas, tan aburrida, como sus mapitas dibujados, hoy por hoy con el avance de la tecnológía, me siento a mis anchas y a mis largas, investigo en internet, si deseo saber algo de historia, tengo mis archivos 3D y me sumerjo en lo que realmente me interesa. Sobre el punto social, es relativo. Como una persona puede encontrar afinidad, dentro de un grupo de igual edad, en donde no se pase del mayor interés que ponerse ruleros en la cabeza. O, en todo caso, de la superficialidad de una conversación, tan vacía, sin valores...que un "ufff" es necesario y salir a refrescarse un poco al jardin a fumar un cigarrillo.. Sobre la medicación para el TDA, les comento, que tuve una experiencia con "Passiva". Escuchando consejos de algunos buenos amigos, fui al Doctor "matasanos", para mí, me diagnosticaron, me pusieron mi cartelito de "TDA" y a tomar medicación. Cumplí al pie de la letra todo lo que el galeno me indicó. Obteniendo como resultado, el verme postrada en una cama, sentir el sonido de como corria la sangre en mi cerebro, se magnificó mi sensibilidad a la luz, depresión, soledad extrema, mareos, vómitos y lo más importante: la pérdida de mi identidad. Ya no podía trabajar con varias pantallas a la vez en mi computadora, sólo pude encasillarme en un sólo pensamiento, me sentí..desnuda, triste. Como si "mi yo", "mi verdadero yo", me hubiera dejado. Me castró mental e intelectualmente y la pérdida, el vacío que sentí, al tener un solo pensamiento a la vez, fue catastróficamente real. Y pensé, si así es la normalidad, que triste la existencia de la mayoría, sólo enfocados hacia una cosa, cuando lo maravilloso, es percibir, como toda mi vida lo percibí cientos, miles de imágenes, olores, sensaciones, tan rico...tan basto.. Dejé de tomar este medicamento, porque he vivido sin medicarme 42 años de mi vida, acepto el título nobiliario de TDA, pero no concibo la vida no siéndolo, porque no sería una existencia, sería solo vivir.