Se que cuando cualquier médico se enfrenta a una cámara de televisión le asaltan multitud de dudas, algunos no se atreven a ponerse delante de ella por el miedo escénico, o por la propia incertidumbre que va más allá de nuestro trabajo diario, ya que este queda expuesto ante los ojos de todos. Nuestras virtudes, pero también nuestros defectos salen a relucir de forma exponencial, a eso hay que añadir la intervención de la otra parte de nuestra tarea: nuestro paciente en su entorno.Cuando las cámaras de televisión graban en directo lo que hacemos al relacionarnos con nuestros pacientes, pueden crearnos episodios similares a los que reconocemos como trastorno de ansiedad generalizada y mas en una profesión como la nuestra en la que hay mucho secretismo, a veces ocultismo y mucha incertidumbre sobre todo en el ámbito de la atención primaria, donde el paciente expone por primera vez las manifestaciones de su enfermedad, los síntomas que nos cuenta los tenemos que interpretar, encauzar y darles forma, traducirlos en forma de diagnóstico y actuar para modificarlos si nos parecen patológicos o convencer a nuestro paciente de que no lo son.Pero delante de una cámara de televisión que graba en directo lo que estás haciendo intervienen además otras connotaciones en la relación médico-paciente; sobre todo me estoy refiriendo a la confidencialidad y a la ética profesional.
A mi me creó un gran problema local, el hablar de forma vulgar con un paciente, como hablo para que me entiendan en la cotidianidad, pero que oído en televisión parecía una vulgaridad casi pornográfica, aunque tengo que decir que me advirtieron aunque no hice mucho caso.Los siguientes son los pasos que se suelen seguir:
- Un día, un medio de comunicación a través de una persona que suele ser unos de los periodistas con los que te vas a relacionar te llama, te solicitan hablar de un tema o grabar determinada habilidad, aptitud o ciertos aspectos relacionados con la persona o con el trabajo que realizamos.
- Si se va a grabar en tu casa, sitio público o estudio de grabación, no nos plantearemos solicitar permisos.
- Si la recolección de imágenes es en una consulta del Sistema Sanitario Público, tendremos que pedir permiso a los gestores políticos.
- Si se va a grabar en casa del paciente haremos una solicitud al paciente, con autorización por escrito.
- En todos los casos que aparezcan personas y sobre todo como pacientes, hace falta un consentimiento informado. Si además son menores los que salen en las imágenes, debemos solicitar permiso a sus tutores y enviar copia al juzgado tutelar de menores, todas estas actuaciones las suelen llevar a cabo los periodistas o sus productores.
- Aconsejo a los médicos que debería concretarse mediante palabra o mejor por escrito mejor de forma preliminar, el visionado de las imágenes por el médico antes de emitirlas, ya que las escenas una vez editadas pueden variar de las circunstancias en que se rodaron.
- Generalmente si es un programa de larga duración, con imágenes dentro de los centros sanitarios públicos es la propia consejería de salud autonómica la que se encarga del visionado de las imágenes. Si es corto generalmente no autorizan a grabar en las instalaciones públicas o cuando son temas comprometidos donde das opiniones particulares de temas generales.