La vacuna cubana Abdala sigue en fase experimental y aún no se encuentra aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo tanto el gremio médico alerta y rechaza su aplicación en niños mayores de tres años, porque al no contar con certificación se desconocen cuáles podrían ser las posibles consecuencias y su eficacia.
Desde este miércoles, algunos padres y representantes están recibiendo el llamado del Ministerio de Salud para que lleven a sus hijos mayores de tres años a vacunar contra la covid-19 en los centros autorizados, y en cuya jornada se aplican la cubana Abdala, cuyos estudios científicos no han sido revelados.
Ante esta convocatoria, los gremios médicos y educativo prendieron las alarmas y de inmediato rechazaron la decisión del Gobierno nacional y piden prudencia para evitar efectos secundarios. «Abdala se encuentra es en fase experimental, por lo que se trata de una vacuna sin respaldo científico», dijo Deyanira Gentile, directivo del Colegio de Médicos de Lara.La doctora fue clara y enfática en rechazar su uso en niños, añadiendo que «no está aprobada y por esa razón no podemos decir ni siquiera cuáles son los riesgos o las consecuencias que puede producir».La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, también se ha pronunciado en rechazo a las vacunas Abdala y Soberana para la sociedad en general, pero específicamente para la población infantil, ya que no hay un estudio que certifique su eficacia ni en los adultos, menos en los menores de edad.
«No se pueden administrar medicamentos o productos biológicos de los que no se tenga información avalada por publicaciones científicas reconocidas o por instituciones dedicadas para tal fin», ha alertado la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría en un comunicado, publicó un portal web.Esta organización, también señala que se debe iniciar con la vacunación en los menores de edad y adolescentes, pero con vacunas que estén aprobadas
Por su parte, Laura Igarra, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación de Lara, señala que es importante que los muchachos estén protegidos contra el virus, aún más cuando están asistiendo a clases semipresenciales; sin embargo, rechaza que se haga con la vacuna cubana y lo tilda como una irresponsabilidad que lo hagan sin la aprobación de la OMS.
Igarra agregó que en las instituciones educativas donde están realizando la vacunación piden autorización a los padres y representantes, quienes deben firmar un documento explicando los motivos en caso de no desear que su hijo sea inmunizado.
Sin embargo, añadió que quienes acepten la inmunización podrían estar corriendo un grave riesgo.