Ya llegó. ¿Alguien esperaba otra cosa? Y estamos al principio de los principios. Veremos cómo queda esto después de las elecciones andaluzas.
El presidente del gobierno nos ha mentido. Nos ha engañado miserablemente. Ésta debe ser la respuesta a su constante y cansina cantinela de “dar confianza”, “al pan, pan y al vino, vino”, “hay que decir las cosas de forma transparente, no se suben los impuestos”
Pues bien, aparte de otras medidas graves, más impuestos para todos. Subida del IRPF, lo que significa bajar los sueldos, entre otras lindezas.
Y yo, que ya saben que soy demagogo, y pregunto por preguntar, sigo en mi línea. Ya que han decidido incumplir sus promesas, ¿Por qué no suben el impuesto a las SICAV ( que es del 1%)? ¿Por que no se introduce un impuesto a los bancos por las transacciones financieras? ¿Qué hay del impuesto a las grande fortunas? ¿Por qué no se sube el impuesto de lujo? ¿Por cierto, a los parlamentarios se les aplicará los impuestos como a todos, o seguirán teniendo privilegios? ¿Y de la lucha contra el fraude qué?
Ya sé. Ya sé que son preguntas estúpidas.
Por cierto que dicen que estas medidas han sido tomadas porque el déficit que va a tener este año el Estado es del 8%, dos puntos más de lo previsto. Lo que no cuentan es que quienes han incumplido las previsiones han sido las CC.AA. y no el gobierno central, y da la casualidad de que la mayoría están gobernadas por el PP.
Deberíamos pedir que no nos engañen más. Y esto es sólo el comienzo. Apriétense los cinturones que las turbulencias van a seguir.
Éste es el gobierno de un presidente que dice no mentir, que dice hablar claro y que ha dicho muchas veces, por activa y por pasiva que no iba a subir los impuestos.
Y ahora, ¿qué dirán y pensarán sus votantes?
Salud y República