Revista Política

Medios de comunicación y electrones traviesos

Publicado el 29 septiembre 2015 por Vicente Jiménez @Parnasillo

Palabras mágicas
Los antiguos alquimistas, magos y demás creyentes en las más atávicas  supersticiones confundieron el signo lingüístico con la materia. El signo lingüístico lo explicó Saussure en las aulas en la universidad de Ginebra. Los apuntes  fueron publicados de forma póstuma por dos alumnos recogiendo y clasificando apuntes propios a los que sumaron los de otros alumnos. Básicamente el signo lingüístico explica la relación entre un concepto o significado y su «imagen acústica» o significante.
Medios de comunicación y electrones traviesos

En el cerebro el sujeto interpreta el concepto de mesa (significante) y eso es lo que dice: "mesa" (significado).

El vínculo entre significante y significado de cada palabra se pueden equiparar en fortaleza al de los electrones al núcleo del átomo. Significante y significado resultan tan unidos en nuestra mente que es fácil confundirlos y no es de extrañar los antiguos magos y alquimistas trataba de controlar la materia y la naturaleza mediante las palabras: en eso consistían los conjuros. Los brujos y magos creían que la palabra y el objeto se fundían por lo que en vez de aplicar ingeniería sobre los objetos y transformar un trozo de hierro en una espada se podía aplicar ingeniería sopbre la palabra para que ese hierro se transformase en espada por medio de un conjuro. Así, mediante un "abracadabra" disponían del inmenso poder de controlar el mundo material, es decir, controlar la materia. El método científico y los últimos siglos de avances tecnológicos se derrumbarían como un castillo de naipes de ser cierta la magia porque implicaría que las estructuras en la que se ordenan los electrones pueden cambiar merced al comportamiento de unos electrones traviesos dispuestos a reestructurarse recibiendo las órdenes orales del mago.

Bien, pues la magia se ha hecho realidad, pues son los medios de comunicación utilizando tecnología punta los que con la palabra y la imagen suscitan las realidades del hombre moderno. Es decir, si algo no sale en televisión no existe. Un ejemplo inquietante de abracadabra podríamos tenerlo con, el "ahora,  eso no toca", que solía utilizar Jordi Pujol con mucho acierto y traicionado por su subconsciente. Quería Jordi Pujol indicar que cierta realidad debía desaparecer; o "ahora toca", y “abracadabra”, aparecía la realidad en todas las pantallas de TV3 de Cataluña, periódicos, etc, a la vez.


La varita mágica de que disponía el político eran unos medios de comunicación encadenadamente subvencionados con el dinero que los españoles le proporcionábamos. Y ello no ocurría solo con el Sr Pujol, quien curiosamente en los momentos de las elecciones desapareció de toda realidad en todos los medios de España. Ya nadie habla de él ni de su familia, como tampoco de otros personajes también desaparecidos de los medios en el momento oportuno y cuyas acciones están bajo sospecha de alta corrupción. Los medios de comunicación ofrecen mucha más información por lo que callan que por lo que dicen

Me siento un anacronismo hundido en este mundo virtual de realidades virtuales creadas por los medios. Un pez tiene infinita más memoria que la masa votante debido al desmedido bombardeo de información y desinformación donde la máxima de Jefferson sobre los periódicos es sistemáticamente eludida. Ello impide a la masa votante un escrutinio y análisis racional sobre la realidad, y bajo esas premisas el error del votante está garantizado. El votante no votará para defender sus intereses porque no podrá. Y para mejorar las cosas, las reglas de la democracia formal no se cumplen, y sin esas reglas la democracia tampoco tiene lugar. Será otra cosa, pero no democracia.


Los partidos de estado y los medios de estado, todos ellos subvencionados por el Estado, constituyen los enemigos de la libertad política. Este blog no suele comentar noticias, lo que sí intenta es ofrecer herramientas para analizar no solo la desinformación mediática sino además poder salir a la calle, tocar la calle y analizar la realidad por uno mismo. Que el signo lingüístico recupere la pureza que le atribuyeron los estudios de Saussure. La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad implica que significante y significado no pierdan su enlace, como tampoco lo hacen el de los electrones si no se les molesta. Volvamos a lo que el hombre de la calle llama "estar con los pies en el suelo" y no soñando nubes y votando para cumplir con los intereses de los enemigos del ciudadano libre.
Vicente Jiménez

Volver a la Portada de Logo Paperblog