La necesidad de un periodismo libre e independiente es uno de los pilares básicos en un sistema democrático.
Los sistemas políticos conforman la composición de un sistema de medios de comunicación que depende única y exclusivamente de ellos. Así, en una dictadura, los medios de comunicación están secuestrados por el poder y no son más que propaganda del líder o del sistema para manipular a la sociedad y que ésta actúe en una sola dirección, la dirección que marca el poder.
Pero tenemos que tener cuidado de que un sistema democrático no enmascare un falso sistema de medios de comunicación que se construya bajo la apariencia de libertad e independencia.
Necesitamos para ello un sistema de medios fuerte y con personalidad. Para que no ocurra que, como afirmó David Jiménez, director del diario el Mundo en una reciente charla en el Club Siglo XXI, con motivo de cumplir los 100 días al frente del diario “la presión que han ejercido los poderes sobre los medios durante la crisis ha sido la mayor en Democracia”, acusando a los “poderes” político y económico de haber “olido la debilidad” de dichos medios de comunicación antes de ejercer su “perjudicial” presión sobre ellos.
Porque los políticos tienden a aprovecharse de los medios de comunicación y más, en periodos como el que estamos a punto de entrar, periodos electorales, y más, si notan síntomas de debilidad.
Porque un sistema de medios de comunicación débil es aprovechado por los políticos que saben que el poder puede empezar a ganarse en y con ellos si logran presencia, identidad, intensidad en los mismos.
Las épocas cercanas a las elecciones y, por supuesto, durante la campaña electoral lleva a la primera línea a los medios de comunicación. Y si, como resaltaba en un artículo el periodista Carlos Elordi, “en la historia reciente de España nunca ha habido un momento político tan mediático como el que estamos viviendo en estas semanas. Todo lo que ocurre se produce únicamente en el escenario de los medios”, estos deben estar más atentos para intensificar su función de ser los vigilantes de los poderes.
Las democracias se consolidan con muchas cosas, un régimen de participación democrática en la elección de los gobiernos, un sistema judicial independiente que asegure y garantice que todos tendremos juicios y sentencias justas y objetivas, una conquista de derechos fundamentales e innatos a las personas que les permita desarrollarse en libertad, el acceso a la formación de todas las personas pero también y en primera línea un sistema de medios de comunicación que no esté secuestrado por los poderes y que garantice al ciudadano una información veraz que ayude a crecer y transformar a las sociedades.