Medios de transporte alternativos: La E-Scooter.

Hace poco más de un año, empezaron a verse por las calles de mi ciudad los primeros patinetes eléctricos. Por aquel entonces, poco podías imaginar que ese artilugio de entretenimiento veraniego, con el cual pasearte por la zona marítima, llamando la atención de propios y extraños, pudiese convertirse en un medio de transporte plenamente aceptado como lo es a día de hoy. Porque está claro que la e-scooter no es una moda pasajera, es ya una forma más de moverse por la ciudad. Lejos quedan las miradas de desaprobación y los bocinazos de los conductores, o los cuchicheos de “así va el país” de los transeúntes, salvo excepciones claro está, porque no todo el mundo es igual de transigente. También se ha visto un cambio en el tipo de consumidor de este producto. Cada dia se ven más usuarios que lo utilizan de forma responsable, entendiendo sus beneficios y aceptando sus responsabilidades a la hora de facilitar la convivencia con los viandantes y con otros medios de transporte.

Y hablando de beneficios. En una sociedad, cada día más involucrada con el medio ambiente, la e-scooter es una forma más de ayudar en busca de un desarrollo sostenible. No digo que sea, ni mucho menos, una solución. Sus componentes, a largo plazo, son difíciles de gestionar y suponen una carga más para el, ya de por sí, enorme basurero electrónico que estamos alimentando. Pero esa es otra batalla que deberemos afrontar llegado el momento. Lo importante ahora es buscar alternativas al exceso de automóviles y la contaminación que suponen. Sin duda la bicicleta es la mejor opción, pero para aquellos que por diversos motivos no pueden desplazarse mediante una de ellas, el patinete es una variante más que aceptable. De la misma forma que el coche eléctrico, no el híbrido como nos quieren hacer creer los fabricantes, podría serlo también en cuanto su precio de venta disminuya y sea accesible al ciudadano de a pie. Pero ese ya es otro tema…