Meditación de luna llena 9 de junio de 2017

MEDITACIÓN A DISTANCIA A LAS 21.00 HORAS
Para realizar en un lugar de poder
o manifestando la intención de proyectarse en uno
Para realizar en círculo con otras personas o en solitario manifestando la intención de unirse a uno de los círculos que realizan la meditación en la distancia

• Vestidos de blanco, si se puede.
• Si la meditación no se realiza al aire libre preparar un altar en el que deben estar presentes los cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire y Fuego.
• Una vela blanca encendida delante de cada uno y otra en el centro del círculo.
• Que se coloquen en el interior del círculo aquellas personas que no están acostumbradas a este tipo de meditación.

• Un cuarzo de cualquier tipo, que nos acompañará durante todo el ciclo,
• hasta que lo entreguemos a la Tierra en verano de 2017.

FUSIÓN CON EL TODO

Finalizamos este ciclo de los valores de la unidad con una meditación destinada a sentirla. Somos parte de un todo infinito, al que estamos unidos en esencia. Todo lo que existe tiende ahora a la unidad, porque el universo se contrae para regresar al origen. Las almas gemelas se reúnen, los componentes de las familias de luz se reencuentran, los planetas se acercan los unos a los otros y a la luz original; los soles son atraídos hacia el centro del universo, para integrarse de nuevo en la totalidad.

Este proceso paulatino, que ahora estamos experimentando, está sucediendo también en nuestro interior. Todo nos invita a acercarnos al alma, a darnos cuenta por fin de su existencia y de nuestra verdad. Dentro de nosotros mismos se está produciendo una re-unión. La luz que somos en verdad nos llama desde cada una de nuestras células, para que abramos por fin nuestra conciencia a la inmortalidad, a la comprensión de quienes somos en verdad y al amor.

Inmersos en este gran cambio universal nos vamos dando cuenta de que formamos parte de algo mayor. No estamos separados de la totalidad, sino unidos energéticamente a todo lo que existe. Unidos a los demás, unidos al planeta que nos acoge, unidos al sol y al resto de la galaxia. Unidos a Dios y a su inmensidad. Partes de él, que van creando su realidad en la Tierra, a través de sus pensamientos, actos y palabras.

Aunque parezca que estamos separados los unos de los otros no lo estamos. Llevamos a Dios en el corazón, y eso nos hermana. Las decisiones de cada uno afectan a la totalidad, porque todos somos importantes y necesarios en esta unidad.

Hoy vamos a sentir la fusión con el Todo, para que recordemos nuestra verdadera esencia y el propósito global que nos trajo aquí.

Gracias por Estar y Ser

Pilar Ramírez

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