“Dejadlo todo…Salid a las calles” [ André Breton ]
Yo nací en el campo, en un pequeño pueblo de Italia llamado Montecanepino, y a los 23 años me fui a vivir a París, donde empecé a aficionarme a andar. Todos los días caminaba una o dos horas. Lo hacía sin un por qué, sin teoría, sin más propósito que el andar. Elegía los barrios y las calle al azar. Para mí no era una práctica estética: el andar era simplemente una forma fácil y minimalista de descubrir el paisaje urbano y disfrutar de una ciudad demasiado cara para un estudiante. Fue en aquella época, durante mis estudios de arquitectura, cuando descubrí el surrealismo y aprendí que lo que para mí era un pasatiempo espontáneo en realidad era una práctica artística: la deambulacion. Básicamente, “consiste en conseguir, mediante el caminar, un estado de hipnosis, una desorientadora pérdida de control. Es un medio a través del cual se entra en contacto con la parte inconsciente del territorio”.
Años más tarde me trasladé a Madrid, donde al andar sin rumbo por la ciudad lo llaman “callejear” y todo hijo de vecino lo practica, aunque no se considere ni artista ni surrealista. Callejear es un vocablo común, un verbo intransitivo que significa “andar deambulando de calle en calle”.
El verano pasado, después de haber recorrido ciudades como París y Madrid, decidí que había llegado el momento de volver a mi Italia natal y practicar el andar por mi tierra. Pude hacer realidad este paseo gracias a la colaboracion de la Why Marche, que co-financió el proyecto Intraverso: un recorrido a pie por las rutas de montaña de la región Marche, lejos de las grandes vías de comunicación. Por aquel entonces era el coordinador digital del proceso de creación colectiva dreamhamar, en el que tenía que gestionar a diario gran cantitad de conexiones, información y tareas. Era el momento perfecto, ya que con Intraverso quería investigar el andar como una terapia de alejamiento del ruido social y del bombardeo de información del día a día.
Valentina Brogna en Intraverso. Imagen por Francesco Cingolani, CC BY-SA 2.0
Durante ese viaje me di cuenta de que andar no es sólo una forma de diversión, si no que tiene mucho que ver con mi profesión (soy arquitecto, aunque cuando me preguntan por mi trabajo prefiero contestar que “hago muchas cosas”). Me he dado cuenta de que andar sin tener en mente un destino o un objetivo fijado de antemano es pensar en movimiento, una practica extremadamente útil para reflexionar sobre mis actividades y mi vida. El deambular se ha revelado como una forma perfecta de delimitar un tiempo vacío, caracterizado por un ritmo lento impuesto únicamente por mi cuerpo: creo que ese hueco de lentitud y calma permite ver con absoluta claridad aspectos (relacionados con la vida personal y laboral) que se nos hace imposible percibir desde nuestra vida diaria, sobre todo a causa de la velocidad con la que tenemos que tomar decisiones y porque, a menudo, estamos demasiado ocupados produciendo.
Andar como forma de alejamiento para tomar distancia y mirar nuestra vida y a nosotros mismos a otro ritmo, desde otra perspectiva. Si estamos constantemente haciendo, ¿quién se ocupará de decidir a dónde vamos?
Andrés Walliser y Francesco Cingolani durante una deambulación en Montecanepino, Italia. Foto de Marta Cabrera Lafuente editada por Francesco Cingolani.
Como comento en este vídeo sobre downshifting, grabado hace poco durante una deambulación que realicé con el sociólogo urbano Andrés Walliser, mis experiencias profesionales recientes me han permitido conocer de cerca el ámbito de la innovación social y tecnológica. Tras estas experiencias estoy convencido de que nuestras actividades profesionales se están desplazando del enfoque productivo a otro centrado en la toma de decisiones. Si las tecnologías multiplican nuestras posibilidades y nuestra oportunidad de hacer cosas, nuestra capacidad de decisión es indispensable para saber qué queremos o debemos hacer.
Una vez asumida esta hipótesis, las consecuencias lógicas son simples: si tenemos que decidir más y mejor, pues necesitamos más tiempo para pensar, meditar y reflexionar.
Escribí un post (en italiano) en mi blog que ha resultado ser de lo más controvertido. En él comparto mi plan para “dejar de trabajar”, es decir, para concentrar mis esfuerzos profesionales en la reflexión sobre el “qué hacer” y reducir mis tiempos de producción a lo mínimo. En el presente artículo me gustaría dar un paso más y explicar por qué la deambulación es una práctica muy adecuada para la meditación estratégica.
Si el viaje es una metáfora de la existencia, con que ritmo deberíamos viajar?
Con pasos lentos y meditativos.
Esta es la lección de la Filosofía, cuando se convierte en estilo de vida, cuando el pensamiento entra en armonía con la experiencia, dándole ritmo. Un ritmo ocioso e inquieto.
[ Diogene N° 15 Entrevista a Duccio Demetrio ]
La cita es del filósofo Duccio Demetrio, autor de Filosofía del andar. Ejercicios de meditación mediterránea, que explica las relaciones que subsisten entre el pensamiento y el andar. En una entrevista realizada por el colectivo Doppio Zero, el filosofo cuenta que el andar se puede entender como una metáfora de la inquietud humana, y que esta practica tiene similitudes interesantes con la investigación filosófica y científica: deambular significa explorar, establecer hipótesis, hacer experimentos y acumular experiencias. En este sentido la deambulación o la meditación en movimiento difieren con la meditación oriental, cuya finalidad es conseguir el vacío de la mente. La meditación mediterránea es justo lo contrario: significa pensar al tiempo que mantenemos una conexión constante y profunda con el mundo exterior.
Este punto me parece particularmente interesante: la meditación del andar se puede entender como una forma de pensamiento relacional, un pensamiento en acción que no tiene como fin la producción sino la meditación estratégica. Si interpretásemos el trabajo como el esfuerzo humano para la modificación y mejora del mundo exterior, resultaría evidente que cualquier reflexión previa a nuestras actividades debería ser de tipo relacional, puesto que no es posible producir cambios significativos para un mundo con el cual no nos comunicamos. Invito a arquitectos, sociólogos y profesionales del urbanismo y del paisaje a esta reflexión: por un lado las condiciones tecnológicas y económicas contemporáneas nos exigen una profunda reflexión sobre nuestra forma de entender el trabajo y la superación del acercamiento centrado en la producción; por otro lado estoy convencido que tal reflexión se debe llevar en relación con nuestro entorno, evitando una actitud puramente intelectual y desconectada de la realidad.
El deambular es precisamente una forma de imaginar el mundo moviéndose dentro del mismo, de provocar una reacción constante entre nuestros pensamientos y el entorno sensorial, y puede ayudar a que nuestra actividad sea contextualizada y no se quede en la abstracción.
Imagen por James Provost en flickr, CC BY-NC-ND 2.0, basada en el Cult of Done Manifesto por Bre Pettis
En el ámbito de la educación, es necesario superar la abstracción de una educación excesivamente teórica. Procesos como el experiential learning y el learn by doing, van en esta dirección y están generando mucha expectación. He podido contribuir a ellos mediante el proyecto de educación expandida Urban Social Design Experience. Esta tendencia hacia el hacer y el practicar, en lugar del aprendizaje didáctico tradicional, se inscribe en una transformación más general que supera la separación entre teoría y practica. Fomenta la experimentación directa y la producción inmediata (veáse el manifiesto del Culto a lo Hecho) aprovechando las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
En este ámbito donde las fronteras entre el aprendizaje (learn) y la producción (by doing) son cada vez más intangibles, donde el acceso a la información y a la producción es cada vez más inmediato, es imprescindible diseñar tiempos y espacios para la reflexión. Son fundamentales para decidir qué queremos conocer y elegir qué vamos a hacer, es decir, para afrontar la verdadera cuestión ética de la conciencia profesional.
Think by Walking. Imagen por Francesco Cingolani basada en “Walking” por Roo Reynolds, flickr, CC BY-NC 2.0
Creo que la práctica del andar es una de las posibles soluciones para definir este equilibrio entre producción y meditación. La tendencia a la productividad y el learn by doing se pueden complementar con el think by walking, una práctica antiproductivista para la meditación estratégica y el diseño consciente del futuro del mundo. Seguro que los resultados serían muy positivos.
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Texto escrito por Francesco Cingolani (@immaginoteca) con la colaboración de Marisa Rodríguez (@la_madalena) para Ecosistema Urbano (@ecosistema). Publicado inicialmente en La Ciudad Viva.
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Referencias:
CARERI Francesco, Anti-walk en WALKSCAPES. EL ANDAR COMO PRÁCTICA ESTÉTICA, Ed. Gustavo Gili. Barcelona, 2002.
André Parinaud. Dins: ENTRETIENS BRETON, André. Ed.Gallimard. París, 1952.
GARCÍA ROMERO, A. y FERNÁNDEZ ALADO, C. (1996). El sistema educativo en la nueva reforma. Revista de Educación (Madrid), 309, 498-789.
AAVV, Filosofare oggi, Diogene N. 15 – giugno/agosto 2009, ISBN – EAN: 9788809064294, Editore: Giunti, Milano.
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Ethel Baraona Pohl + César Reyes | dpr-barcelona, Festina Lente | Urbaniza despacio… que tenemos prisa! en La Ciudad Viva, 3 de febrero de 2012, http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=13283
Marta Carrasco Bonet, Anti-walk, una práctica estética en la ciudad en mixité, 12 de marzo de 2011, http://www.mixite.es/es/anti-walk-una-practica-estetica-en-la-ciudad/
Eduardo Torres (Mexico), El Flanèur Baudeleriano en la Posmodernidad en La Ciudad Viva, 10 de septiembre de 2011, http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=11243
Eduardo Torres (Mexico), Tecnologías de la información, espacio público y exclusión. El caso de Santa Fe y el espacio para el peatón. en La Ciudad Viva, 29 de marzo de 2011, http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=9583
In-gentes, Terapia urbana: la experiencia del andar en La Ciudad Viva, 7 de mayo de 2011, http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=5500
Ramiro Aznar Ballarín, …se hace urbanismo al andar en La Ciudad Viva, 15 de noviembre de 2010, http://www.laciudadviva.org/blogs/?p=7814
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http://www.doppiozero.com/materiali/camminare/intervista-video-duccio-demetrio
http://en.wikipedia.org/wiki/Experiential_learning
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La foto de cabecera fue tomada por Jorge Toledo durante una deambulación urbana por el barrio de Tetuán Madrid. Imagen tuneada por Francesco Cingolani.
El proyecto INTRAVERSO es un viaje lento de Francesco Cingolani y Valentina Brogna, basado en una idea de Fabio Curzi. La primera edición, verano 2011, en colaboración con la revista Why Marche. La segunda edición está prevista para 2012. Más información: intraverso.org