Desde la última entrada he andado bastante agitada por temas personales, de esos que te mantienen en vilo noche y día... Esta mañana me he aplicado una dosis extra de contorno de ojos para borrar el efecto de la falta de sueño. He utilizado la respiración para controlar la angustia, que suele alojárseme en el estómago cuando estoy en una de éstas. A continuación, he decidido a hacer algo al respecto y he adaptado una meditación guiada del libro "Busca en tu interior" (del que os hablaré más adelante) para realizar una grabación de voz que me sirva para guiar y controlar el tiempo de meditación.
Supongo que si para algo debe servir la meditación, entre otras cosas, es para permanecer en un estado de paz interior pase lo que pase "ahí fuera", de manera que podamos ver más claramente las soluciones, si están en nuestra mano; y en mi caso particular, si no lo está, cultivar la confianza en el proceso de la Vida. Cuando las cosas van estupendamente, somos más permeables a estas prácticas, nos comprometemos más con el crecimiento personal y divulgamos con alegría el pensamiento positivo. Otro cantar es cuando encontramos dificultades y malas rachas... Y precisamente es ahí donde adquiere todo el sentido el camino andado. Ahí se nos pone a prueba.
Personalmente, hice un pacto conmigo misma hace tiempo, el de vivir en mi Esencia Original. Este pacto no es siempre fácil... La Esencia Original te obliga a mirar la luz de la Verdad de cara y lo que vemos no es siempre agradable, a menos a ojos de la experiencia humana. Pero mantengo el compromiso y no hay vuelta atrás. Digo esto a propósito del pensamiento positivo, tan difundido y "de moda" últimamente. No tengo nada en contra de practicarlo, muy al contrario: verás que a menudo cultivo máximas positivas en este blog y comparto herramientas para reforzarlo. Esto es porque estoy convencida que gran parte de nuestra experiencia se basa en nuestra percepción y visión, nuestro modo mental. En resumen, muchas cosas que vivimos dependen del cristal con que se miran... También en el proceso de practicar e incorporar nuevos hábitos, más saludables, ya sean físicos o mentales, crecemos como personas.
Pero no todo es coser y cantar en esta Senda. Especialmente si haces el compromiso de vivir tu Ser Auténtico. También este tema daría para otro post... Crecer, estirarse, en ocasiones duele. La resistencia al cambio duele, a menos que lo hagamos de manera tan fluida y armoniosa que nos adaptemos a él de manera natural. Esto también es un aprendizaje.
Así que comparto contigo esta grabación, que como verás es facilita y breve -dura poco más de cinco minutos-, esperando que te pueda resultar útil también. Te la transcribo más abajo, por si prefieres leerla y grabar tu propia voz para practicarla.
Amor y Luz en tu senda...
clica aquí para descargar audio>
MEDITACIÓN GUIADA
Comenzamos… Siéntate de manera relajada, en una posición que te permita estar alerta y relajada al mismo tiempo…Si lo prefieres, siéntate como una montaña majestuosa, signifique lo que signifique esto para ti… Ahora respira lenta y profundamente tres veces para insuflar energía y relajación a la práctica. A continuación, respira con normalidad y delicadeza, centrando tu atención en la respiración. Puedes concentrarte en las fosas nasales, abdomen o todas las partes del cuerpo implicadas en la respiración, signifique lo que signifique esto para ti.
Fíjate en las inhalaciones… las exhalaciones y el espacio intermedio. ...SI LO prefieres, puedes ver este ejercicio como un descanso de la mente durante la respiración. Puedes visualizar la respiración como un lugar de descanso, un cojín, un colchón… y dejar que la mente repose en él con mucha delicadeza. ... Si en cualquier momento te distrae una sensación, un pensamiento o un ruido, acéptalo, etiquétalo si quieres sin juzgarlo, y deja que se vaya. Vuelve a centrar tu atención en la respiración. ...
Si te parece, termina esta meditación invitando a aparecer en tu Ser una dichosa paz interior.
Inhalas y estás en calma.Exhalas y sonríes.Este momento es un regalo, por eso le llamamos presente.
Abre los ojos lentamente e incorpórate a tus tareas cotidianas con suavidad.