Conozco pocas maneras de conseguir tanta cantidad de beneficios aparentemente haciendo tan poco, como explicaba en este artículo, A la luz de la meditación. La meditación nos aporta una mayor claridad de mente, autoconocimiento, relajación y mayor equilibrio psicofísico. Y decía aparentemente porque en realidad sí estamos desarrollando muchos procesos en nuestro organismo al meditar. Si quieres iniciarte en sus rudimentos y no dispones de mucho tiempo, este es tu artículo.
La meditación no se aprende leyendo libros sobre meditación, sino practicándola. Por mi experiencia un paso imprescindible para aprender a meditar es teniendo algún guía, algún mentor. Al principio viene muy bien escuchar la voz de otra persona diciéndonos las instrucciones necesarias. Por otro lado, si no vas a acudir a un lugar externo a tu casa para ello, debes crear tu propio rinción para meditar. Deberás estar cómodo, tanto si decides estar sentado en el suelo o en una silla; normalmente es preferible estar así que tumbado. Yo prefería estar sentado en una silla, muchas personas occidentales eligen la postura de la banqueta. Aquí tienes un enlace con fotos sobre las diferentes posiciones para meditar posibles.
Una aclaración más. Meditar no es dejar la mente en blanco, como siempre se escucha. Yo personalmente no he conocido a nadie que sepa dejar la mente en blanco y e imagino que tú tampoco. Se trata precisamente de arrojar una mirada más clara sobre nosotros y lo que nos rodea y pensar en una sola cosa cada vez, lo que sí es posible. Vamos a ver las siguientes maneras sencillas de empezar a meditar:
Escucha un miniaudio.
Tener a nuestra disposición un audio que nos ayude a meditar tiene varias ventajas. Por ejemplo el que podamos escucharlo varias veces al día desde cualquiera de nuestros dispositivos electrónicos. Por mi parte te recomiendo este audio, de 3 minutos.
Concentra tu atención.
Esto puedes hacerlo en cualquier lugar donde estés. Yendo en el autobús, en el campo con tu bicicleta o en la quietud de tu hogar. Mira cualquier cosa familiar de manera diferente. Observa el objeto con una mirada nueva, como si no lo hubieras visto nunca. ¿Cuál es la parte que más te llama la atención? ¿Podrías describir tu color con precisión,su forma, qué te evoca…?
Tu momento del día.
Dedica un momento cada día a estar contigo mismo. Elige tu lugar, siéntate o pasea y respira. Respira de manera amplia y llena tus pulmones completamente, mejor si estás solo y no tienes distracciones como el móvil o música.
Con ellas podrás empezar a ver cómo te sientes practicando en tiempo reducido. En definitiva, cada una de ellas no te llevará más de varios minutos y es un buen comienzo para tu práctica de la meditación. Por supuesto te animo a hacer meditaciones completas de al menos una hora o asistir a algún curso, ¡aquí te quiero dar un primer empujón para que empieces a practicar y me lo cuentes abajo en los comentarios!
Antoni
Si quieres tener varias listas de reproducción a tu disposición con temas que favorezcan tu bienestar, ¡tan solo entra en mi canal de youtube y suscríbete!