Revista Opinión

Meditando

Publicado el 04 diciembre 2019 por Carlosgu82

He meditado; soy parte de algo inmenso, incomprensible. Erróneamente me he creído capaz de dar un rumbo diferente a ciertas cosas, he igualmente me he equivocado al verme incapaz de cambiar otras. No soy parte de todo, pero tampoco soy nada. Estoy involucrada en muchas cosas, pero sin el derecho a cambiarlas; en ellas, tengo carácter de espectador. Debo admitir, no es fácil aceptarlo. Me he dispuesto a hacerlo; comprender mi papel en el mundo. Pero entre más tiempo pasa, menos sencillo se me hace; el vivir y dejar vivir suena demasiado vacío. El mirar y aprender parece muy perezoso; el optar por cambiar el mundo, ampliamente complicado. Sea cual sea la decisión, apremio el sentimiento interno de su ejecutor. Somos mortales, efímeros, con una importancia puntual para un evento racionalizado, exaltado y autogratificante; cada cual genera, en su condición única, un aporte y un desfalco a la humanidad, a la tierra, a la vida. Entonces, somos parte de la nada en tanto llenamos el mundo; el hecho de respirar hoy afecta el entorno, pero no lo condiciona. Ser funcional a un propósito, es declarar un destino cerrado. No tener un propósito, es volver al ámbito animal, donde éramos parte de un ecosistema funcional pero escasamente racional. Mi capacidad para dar respuesta a las preguntas filosóficas más complicadas, se ha reducido a elevar mi felicidad a su mayor exponente, no aceptar mi incapacidad a la primera, no menospreciar las emociones ajenas, eliminar sentimientos de culpa por críticas externas, permitirme vivir cometiendo los, para mí, mal llamados errores. Estar en paz, para dormir en las noches y andar en el día; finalmente, aceptar mi muerte, con hipocresía y absurda valentía, intentando con ello no entrar en pánico de dejar de meditar vanamente en que era lo que debía y no debía hacer. Esa es hoy, tal vez no mañana, mi visión de la vida.

¡Compártelo en las redes sociales!


Volver a la Portada de Logo Paperblog