Mega CD y 32X: Causas de un fiasco…¿inesperado?

Siempre he adorado a Sega, y eso que nuestros caminos solo se cruzaron en los salones recreativos. Estuve a punto de tener una Master system, pero mis padres se echaron atrás justo el día de reyes cuando fueron a comprarla, alegando que todavía utilizaba mi querido Spectrum -¡Como no, si no tenía otra cosa!-.

También amé Mega drive (llamada Genesis en América) desde lo más profundo de mi ser. Recuerdo como ahorré hasta el último duro durante dos años para comprarla junto a Golden axe. Pero entonces Super nintendo y Street fighter II se cruzaron en nuestro camino, separándonos para siempre. En el lanzamiento de Saturn y Dreamcast yo ya estaba a otros menesteres y lo poco que me acercaba a los videojuegos era a través de los distintos emuladores que mi PC me ofrecía.

A pesar de ello, desde la distancia siempre guardé un gran cariño por la compañía del erizo. Me encantaba la forma en que mimaban a sus usuarios, ofreciéndoles retrocompatibilidad, una gran cantidad de excelentes títulos exclusivos y, sobre todo, posibilidades de ampliación para no tener que cambiar de consola. Para mi eso era algo verdaderamente importante, el romanticismo de mantener viva a una gran máquina a través de añadidos, algo que posiblemente terminó pasando factura a Sega en lo que respecta a la confianza de sus compradores.

Y es que muchos afirman que con Mega CD y 32X Sega maltrató y ninguneó a los usuarios. Una opinión perfectamente respetable que personalmente no comparto. Yo prefiero verlo como un intento de mantener una gran consola en el tiempo y de premiar a sus seguidores, ofreciéndoles la última tecnología sin tener que abandonar su apreciada consola. Que la jugada no salió precisamente como se esperaba es algo irrefutable, pero personalmente creo que la intención de la compañía nipona siempre fue la mejor.

Precisamente de estos dos añadidos para Mega drive es de lo que hoy os quiero hablar. Me gustaría recordar brevemente el lanzamiento de ambas máquinas y dar los que para mí son los motivos de su fracaso estrepitoso. Posiblemente haya muchos artículos al respecto, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de expresar mi opinión acerca de unas máquinas sobre las que siempre sentí una envidia sana desde el otro lado, desde la competencia.

Comencemos pues hablando del Mega CD. En 1988 y ante el creciente éxito de NEC con su lector de CD para la pequeña PC engine, Sega comienza a trabajar de forma silenciosa en una unidad de CD-Rom para su exitosa Mega Drive. Tras casi tres años de desarrollo, el 12 de diciembre de 1991 Mega CD ve la luz en el país del sol naciente, justo a tiempo para competir contra la por entonces flamante Super famicom de Nintendo, que comenzaba a pisar los talones de la por entonces imbatible máquina de Sega.

A pesar de tener una vida relativamente larga y de ser finalmente lanzado en todo el mundo -con varios años de diferencia-, el Mega CD jamás llegó a triunfar como se esperaba. Las razones principales del fracaso de este add-on en nuestro país fueron las siguientes:

- Juegos que no aprovechaban las posibilidades del soporte: A pesar de ser una máquina bastante bien dotada, Mega CD se caracterizó principalmente por recibir adaptaciones prácticamente idénticas de Mega drive (con mejor sonido y algún video de introducción) y por el exceso de juegos en FMV que permitían una escasa interacción del jugador con lo que se veía en pantalla. Hubo honrosas excepciones, por supuesto, pero desgraciadamente esa fue la tónica general.

Una auténtica lástima que la mayor parte de compañías no supieran que hacer con semejante máquina y eligieran el camino fácil. Con las posibilidades multimedia que este nuevo añadido ofrecía hubiera sido más lógico realizar títulos con el doble de niveles, gráficos mejorados que aprovecharan virguerías técnicas como el scaling e incluso versiones de las aventuras gráficas más famosas del momento. De haber sido así la historia probablemente pintaría diferente.

- Lastrado por la consola a la que se añadía: A nadie escapa que Mega drive es una consola simplemente impresionante, pero todos conocemos sus limitaciones técnicas en cuanto a colorido (solo 64 colores en pantalla) y chip de sonido.Con el Mega CD el apartado sonoro mejoró ostensiblemente, pero la limitada paleta de colores de la Mega drive lastró dramáticamente las buenas cualidades gráficas que ofrecía este add-on, sobre todo en lo referente a vídeos y juegos en FMV. Y es que ver una película interactiva con solo 64 colores y una resolución tan baja hizo que las posibilidades multimedia del aparato quedaran reducidas a mera curiosidad.

- Lanzamiento tardío tras no triunfar en otros territorios: Tras dos años de su aparición en Japón y uno de su aterrizaje en EEUU, los españolitos de a pie pudimos disfrutar de las bondades del Mega CD. Un tiempo de espera excesivo que sin duda lastró sus objetivos comerciales. Tal vez hubiera sido conveniente aprovechar las navidades de 1992 para realizar dicho lanzamiento, fechas que normalmente aseguran un mayor número de ventas.

Lo verdaderamente curioso es que desde Sega España se decidiera lanzar un producto que no triunfó precisamente en otros territorios. Es de agradecer la excelente campaña de marketing que se puso en marcha y el enorme esfuerzo que hicieron para igualar nuestro mercado con el americano y el japonés, pero fue una apuesta demasiado arriesgada sin tener realmente un valor seguro.A todos nos consta que dicha decisión tuvo consecuencias terribles para la filial hispana, donde hubo despidos por doquier.

- Crisis económica del país y excesivo precio: Allá por 1993 en España vivimos una crisis económica de gran magnitud, con una tasa de paro del 24% y una moneda (nuestra añorada peseta) que llegó a ser devaluada hasta en tres ocasiones en solo nueve meses.

Eso trajo consigo que el Mega CD se vendiera en nuestra tierra a un precio mucho más elevado del que se ofertaba en otras zonas, por la consabida diferencia con el dolar y el yen.  59.000 pesetas de la época costaba adquirir esta unidad de CD-Rom, exactamente el doble de lo que valía en EEUU y Japón, países donde para colmo los sueldos eran bastante más altos. Este hecho unido a la situación de incertidumbre que se respiraba y los bajos sueldos de los españoles terminaron por hundir comercialmente al nuevo juguetito de Sega en España.

Unos años después, cuando las consolas de 32 bits estaban a punto de aparecer en el mercado, Sega decidió dar la enésima vuelta de tuerca a su veterana consola de 16 bits. Surgida de un proyecto de 1994 para crear una superconsola -que terminó escindiéndose en dos subproyectos-, Sega América desarrolló el “Proyecto Marte” como un añadido para Mega drive sin apoyo alguno de Sega Japón, que nunca estuvo de acuerdo con el mismo.

A pesar de que las características técnicas de la “seta” -apodo por el que era conocida esta máquina- eran más que competentes y mejoraban sustancialmente a la vetusta Mega drive, el éxito volvió a ser esquivo con Sega. Las razones principales del segundo fiasco de esta gran compañía en nuestro país fueron las siguientes:

- Saturn en el horizonte: Cuando el 32x apareció en el mercado se ofreció a los jugadores como una posibilidad de disfrutar de la nueva tecnología en videojuegos que se podía ver en los salones recreativos hasta la llegada de las nuevas consolas.
El problema residía en que Saturn, Playstation y 3DO estaban a tan solo seis meses de su aparición en el mercado patrio…

- Elevado precio: …lo que unido a lo caro que resultaba -32.000 pesetas- hizo que muchos jugadores decidieran ahorrarse ese dinero para poder comprar en el futuro una máquina de nueva generación. Ni siquiera los más acérrimos seguidores de Mega drive parecieron confiar en este nuevo aparato, máxime si tenemos en cuenta…

- La mala experiencia del Mega CD: …la escasez y falta de calidad en el catálogo del anterior “potenciador” de Mega drive. Y es que prácticamente desde su lanzamiento los usuarios del Mega CD sufrieron una escasez de títulos en nuestro país verdaderamente sonrojante, tanto en calidad como en cantidad. Este hecho provocó que muchos usuarios desconfiaran del nuevo add-on de Sega, a pesar de que los primeros títulos que se vieron fueron de una calidad sublime…

- Escasos títulos de calidad: …algo en lo que no se prodigó precisamente el sistema. Y es que aunque sus inicios fueron muy prometedores (Star wars arcade, Virtua racing deluxe, Doom) la compañía no pudo mantener el listón durante la corta vida de este periférico, lo que desembocó en un escasísimo catálogo de tan solo 40 títulos, que en muchos casos se limitaban a versiones retocadas de sus homónimas para Mega drive. Ni siquiera los juegos que supuestamente iban a aprovechar la dupla Mega CD/32x fueron gran cosa, limitándose a jugabilidad FMV con mejor paleta de colores y  una resolución algo mayor. Estas enormes carencias en el catálogo del 32X fueron principalmente propiciadas por…

- Despreciada por Sega Japón: … el poco cariño que hacia el sistema se mostró desde la propia sede en Japón, donde la máquina fue ninguneada mucho antes de su lanzamiento.

El hecho de que fuera desarrollada en América sin el beneplácito de los grandes directivos nipones provocó que el apoyo de la facción japonesa a la misma se redujera prácticamente a cero, pudiéndose contar con los dedos de una mano los desarrolladores japoneses que trabajaron para el sistema.

Estas son (bajo mi humilde punto de vista) las principales razones por las cuales estas dos buenas máquinas no cuajaron en España. Posiblemente algún lector que no las haya visto nunca en funcionamiento pensará que fueron dos auténticas abominaciones.

Personalmente es una opinión que no comparto. Me cuesta mucho calificar a dos máquinas que nos ofrecieron juegazos como Snatcher, Sonic CD, Dune, Road avenger, Star Wars arcade o Virtua racing deluxe como nefastas. Como mucho podría llegar a aceptar el término “poco afortunadas” :-)

Artículo escrito por imsai8080 (@Imsai_8080) de El Palacio de Silicio