Hoy dedicamos la entrada a Meghan Markle, actriz que alcanzó doble fama; tanto como protagonista de la serie “Suits” de temática legal, como por “bloguera” en su espacio “Tig”, que cerró recientemente sus puertas. Se comenta en los mentideros cibernéticos que el verdadero motivo de su mutis por foro izquierda en la red, no es otro que el noviazgo con el príncipe Harry, nieto de la actual monarca británica, lo cual nos sitúa en otra perspectiva: Que la realeza no se lleva excesivamente bien con la popularidad y los medios, y que el muchacho, pelirrojo y simpático aparentemente, tiene un extraordinario buen gusto. Probablemente la anatomía del noble pelirrojo no sería suficiente para conquistar el corazón de la bella señorita, pero su orden en la dinastía británica ayuda a la causa, hasta el punto de que la prometedora actriz se cierra en buena medida, a la popularidad inherente a su trabajo, para aumentar la discreción en sus esperanzas. Alejandro Pumarino nunca cerrará el blog, salvo causa de fuerza mayor; jamás alcanzará la popularidad -ni lo pretende- y le gusta hablar de política desde fuera, de modo que tampoco será posible la crítica al abajo firmante por las manifestaciones -no siempre correctas- vertidas en este espacio. Si me permiten bromear, solo algo me haría cambiar de opinión, y es que, en caso de que la muchacha de la instantánea me rogase abandonar el espacio, probablemente lamentaría esa cita periódica con la fiel y tristemente poco numerosa parroquia que me acompaña a diario.