Los duques de Sussex, el príncipe Enrique de Inglaterra y la estadounidense Meghan Markle, muy populares en todo el mundo desde su boda el pasado mayo, serán padres por primera vez en la primavera de 2019, y el recién nacido será el octavo bisnieto de la reina Isabel II, de 92 años.
El palacio londinense de Kensington, residencia oficial del matrimonio y de los duques de Cambridge, comunicó hoy el embarazo de Meghan Markle, de 37 años, mientras la pareja llegaba a Sydney para iniciar una gira de 16 días por el Pacífico Su
“Sus altezas reales el duque y la duquesa de Sussex están complacidos de anunciar que la duquesa de Sussex espera un bebé para la primavera de 2019”, reza el comunicado de Kensington.
Los duques, añade la nota, “aprecian todo el apoyo que han recibido de la gente en todo el mundo desde su boda en mayo y están encantados de poder compartir esta feliz noticia con la gente”.
Enrique y Meghan se casaron el pasado 19 de mayo en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor, a las afueras de Londres, en una ceremonia que recibió una gran atención mediática.
La madre de Meghan, Doria Ragland, dijo sentirse “muy feliz por esta bonita noticia” y añadió que está encantada de recibir a su primer nieto, quien será séptimo en la línea de sucesión al trono británico.
El recién nacido será el primer primo por parte de padre de los tres hijos de los duques de Cambridge: Jorge, Catalina y Luis, que viven en un piso dentro del palacio de Kensington.
Los medios han destacado que la soberana británica y su marido, el duque de Edimburgo; el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles, así como los duques de Cambridge están “encantados” con la llegada de un nuevo miembro de la familia real.
Tras conocerse la noticia, la primera ministra británica, Theresa May, señaló en una breve nota que enviaba sus “más calurosas felicitaciones” a los duques de Sussex por “esta feliz noticia de que esperan un bebé en la primavera. Les deseo todo lo mejor”.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, se sumó a las felicitaciones al enviar, a través de su cuenta de la red social Twitter, sus “felicitaciones a los duques de Sussex por la feliz noticia. Rezo por ellos en los próximos meses”.
La pareja llegó hoy a Sydney para iniciar una visita que les llevará, además de Australia, a Nueva Zelanda, Fiyi y Tonga.
El recién nacido no será príncipe o princesa a menos que la reina firme las llamadas “cartas patentes” con las que expresamente decide conceder ese título nobiliario.
Cuando la duquesa de Cambridge, Catalina, quedó embarazada de su primer hijo, la soberana emitió esas cartas para asegurar que los hijos de la pareja llevasen el título de príncipe o princesa.
Se estima que Isabel II podría hacer lo mismo con los hijos de su nieto Enrique, quien es sexto en la línea de sucesión, después de su padre -el príncipe Carlos-, su hermano -el príncipe Guillermo- y sus tres sobrinos -los príncipes Jorge, Carlota y Luis.
Los títulos de príncipes fueron reducidos por el rey Jorge V (1865-1936) para el círculo más cerrado de la familia real, los primeros de la línea sucesoria, por lo que, sin la firma de esas cartas patentes por parte de la monarca, no pueden ser concedidos.
No obstante, los hijos que tengan Enrique y Meghan serán tratados como “lady” o “lord” y el apellido Mountbatten-Windsor.
El mismo príncipe Enrique llegó a revelar una vez que quería salir de la familia real y renunciar a su título nobiliario, pero al final sopesó que era mejor permanecer en ella para llevar a cabo desde su posición una tarea útil para la sociedad.
Los medios y las redes sociales ya han empezado a conjeturar sobre los posibles nombres del bebé, como el de Diana si es niña, en honor a la madre del príncipe Enrique -Diana de Gales-, o de Alejandro, en el caso de que sea varón.