Revista Cultura y Ocio
Un relato tremendo de lo que puede llegar a ser una familia. Una olla de mejillones como metáfora de esa familia. Un relato en primera persona, un monólogo de una joven que a la vez es protagonista de la historia. Una manera de contar muy original, sencilla, con toques de humor , y que te llega hasta el alma.Un padre tirano y encima inútil, acomplejado por sus orígenes humildes, que solo piensa en aparentar y en la disciplina. Que no quiere a sus hijos porque no son como él querría que fuesen. Tampoco quiere a su mujer , no le gusta que ella tenga placeres y la menosprecia aunque trabaja cien veces más que él,y es imprescindible en esa casa. Es horrible la escena del hospital. La saca del hospital para que trabaje sin parar en casa.Un machismo feroz. Un hombre tan acomplejado que se avergüenza de su propia madre sólo porque es pobre. Un hombre despiadado.Una madre sumisa y unos hijos asustados, maltratados.Que disfrutan sólo cuando el padre no está. Otra escena escalofriante es cuando la niña describe toda la preparación y la espera y la manera de pegarle. Un hombre cobarde.Y esa noche, ese hombre no llega. Y allí está su familia esperándole con la olla de los mejillones . Resignados, como parecen estar también los mejillones. Pero poco a poco, por un cambio inesperado,por azar, se va imponiendo la rebeldía. Y ese tipo de familia impuesta por el padre acaba en la basura.A pesar de todo esto, hay toques de humor, negro, por supuesto, por parte de la narradora, e ironía.Leyendo he dicho varias veces: qué hijo de... Y también me he dicho varias veces: tía , entiendo tu sumisión por la educación, la época etc, pero que no te tires a la yugular para evitar que pegue a tus hijos…
Ah, y cuál crees que es el final . He oído varias versiones. Lee este estupendo libro y a ver si lo descubres.