Cuando la sutil diferencia entre ser el mejor o hacerlo lo mejor posible, está en la salud. La decisión está clara desde hace años: nada vale el bienestar, ni la vida de nadie, menos la mía, si en ello nos perdemos para siempre. Los imprescindibles tarde o temprano serán reemplazados, aunque a muchos se le vayan las horas tratando de demostrar lo contrario.
Cubano aspirante a periodista en la FCOM de Sevilla, blogger por convicción, fotógrafo improvisado y adicto a las redes sociales.
