Esta serie debe ser, de lo reciente, lo que más he releído. La coleccioné con sumo gusto. La releí posteriormente, pero pospuse su post ya que al decidir entonces releerme del tirón el volumen I de Los Vengadores y luego todo el material que tengo dese supergrupo en orden cronológico, preferí escribirlo teniendo la perspectiva resultante desa relectura. Así pues cuando tocó la volví a releer para dedicarle su post.
La etapa de Remender en Imposibles Vengadores es fabulosa porque es densa pero
los clichés del género están frescos y es clara, audaz y emocionante. Aún así soy capaz de verle su pero: no se puede disfrutar sino se conocen las aventuras clásicas del supergrupo, así como el tema muti. Esto es así porque Remender por un lado enlaza con lo clásico, puenteando así a Bendis y Johns, y por el otro mete mucha mitología marvelita sobre la Evolución. No sé si eso significa que alguien que nada sepa de Marvel será incapaz de comprenderla, pero sí que le resultaría ajena y fría porque está escrita pensando que su lector tiene muchas lecturas a sus espaldas. Esto permite una historia sofisticada, Remender enlaza perfectamente cosas de los Vengadores, Cráneo Rojo y todo el tema muti, y que la Continuidad y los personajes (lo que hace Remender con la auténtica Avispa me parece genial) avancen un poquito más, pero excluye al lector novato o neófito pues las motivaciones y la personalidad de los personajes le parecerán vagas al considerar los guiones que se conocen. Así pues Imposibles Vengadores es clasicota, sacuerda duna cosa tan viejuna y olvidada como es lo de los 7 Soles!, a pesar de que Remender es un guionista moderno (no es de los que dice: "y ahora 4 páginas de pelea" sino que te coreografía las tortas, veáse el nº 14) porque, además de que él ha crecido leyendo el mainstream, es tan evidente como que Bendis no lo ha hecho, es un guionista a la antigua, es decir, con una ideología marcada y por ello con una agenda. Remender es otro Lee, Englehart o Mantlo. Pero no descarrila como muchos otros guionistas de las mismas características activos en 2015 porque es moralista más que político. Así pues no pretende imponer unas ideas sino ejercer de Pepito Grillo. Esto ayuda a sus guiones, más que porque les da algo de profundidad, porque los dota de tensión. En esta etapa hay crítica a todas las subdivisiones de la sociedad estadounidense, pero también un deseo de ayudar a esta en su conjunto. Así Remender no se sitúa en la superioridad moral, y eso que es religioso (supongo), sino que trata de quitar los pedestales desde donde unos y otros tratan de dictarnos. Esto era y es una locura y por ello el pobre acabó quemado, si bien la gota que le hizo marcharse de Marvel frustrado y sin ganas de volver fue que quiso ser uno de sus arquitectos, se sentía preparado para ello y en eso yo estoy totalmente dacuerdo, pero la editorial prefirió a los melones de Bendis y Hickman. Una pena porque ahora tendríamos un Universo Marvel mejor y más fiel a sus raíces. No digo que todas sus ideas son buenas o rentables pero sí que son mejores que las basadas en la ignorancia de Bendis o de las redundantes o antisuperheroicas de Hickman. Para muestras un par de botones: 1) su idea de que los viejos odian a los mutis pero los jóvenes los adoran es una genialidad que actualiza a los mutis y a la vez conserva la Continuidad; 2) su idea, cierto que no es desta etapa, de fundir a Pym con Ultrón. En Marvel no ha habido nada tan genial desde la de cambiar a Loki (aunque poco a poco esa genialidad va derivando en desastre por culpa del Cine). Así pues Remender afrontó el guionizar esta cole con ganas, con algo de contar y con mucho conocimiento del tema (por ejemplo es el 1º en percatase de que Apocalipsis y la trinidad Kang, el otro supervillano desto, tienen en común el Antiguo Egipto). Por eso es normal que le saliese una gran historia, quexige leerla con atención porque es de viajes temporales dentro de un universo en el quexiste el destino y tiene muchas figuras y elementos, donde los personajes son coherentes con sus versiones anteriores, de todos formas hoy es casi imposible no contradecir algo de la Continuidad, los buenos heroicos y los malos bien villanescos, el principal villano aquí es un nazi venido directamente de 1942, y donde la vieja moral superheroica es una fuerza cósmica. Deste modo esta etapa critica a la Marvel de Quesada-Bendis, esa que trajo a los superhéroes asesinos y no paraba denfrentar a los superhéroes entre sí, para finalmente purificar desa mierda al Universo Marvel (momentáneamente porque con Disney esa editorial no ha cejado en seguir cagando). Desta forma esta historia se puede considerar como el último acto de la obra que Bendis inició en Casa de M. Aquí a Lobezno al fin le llega de forma trágica la factura de tanto apostar por el asesinato, es decir, el universo acaba castigando al transgresor aprovechándose como es norma en las tragedias griegas de un crimen que no lo es desde todos los puntos de vista. La transgresión no compensa. Desta forma Remender da sentido a las sandeces de Bendis y cía recordando una lección: el heroísmo no es optar por lo fácil; y asesinar al problema siempre lo es. Remender es hijo de su tiempo así que admite que hay circunstancias especiales que hacen que matar sea la mejor solución, pero no admite que esté bien que eso lo haga un auténtico superhéroe. Como es un clásico considera que el heroísmo es sacrificarse y el héroe que mata un vil transgresor que tarde o temprano será castigado por el Cosmos. Por eso la ruptura desa regla doro es lo que rompe la unidad quera la base desta etapa. Esta preocupación moral y este aire griego, que aquí sobre todo viene de la dialéctica entre la mortalidad y la divinidad, entendida esta de forma politeísta, es decir, que no hay dioses absolutos y por ello hay humanos que parecen dioses y la apoteosis destos es posible, por eso la idea de muchos de los personajes desta etapa es convertirse en dios para poder crear un bravo nuevo mundo, si bien esta marvelizada ya que la evolución es lo que se opone a la inmortalidad, tienen mucho vigor porque Remender sabe de mitología como demuestra su insistencia en el nº 7 y que la idea central de sus argumentos sea el andrógino perfecto, bien en forma de gemelos perfectos de diferente sexo, bien como un ser que es ambos.Una cosa que contribuye con creces a questa etapa me parezca fabulosa, la mejor desde el principio de la de Busiek y seguramente la última buena donde todavía se pueden reconocer los planteamientos clásicos de Los Vengadores, es porque la dibujó Acuña. 8 dibujantes tiene esta breve etapa pero afortunadamente el español se ocupó de la mayoría de las grapas (18 de 30). Por ello sólo voy a hablar de él. Me da igual que otros 3 hicieran más de 1 nº. De todos modos no puedo dejar de mencionar a Coipel porque el tío es excelente, lástima que se ocupe sólo duna grapa :( Acuña realizó un trabajo extraordinario haciendo todo ya que él dibuja, se entinta y se colorea. Esto último es lo que más destaca de su obra ya que el tío domina el color como nadie en el mainstream de tal forma que sus páginas son vistosas y hermosas, pero su dibujo sencillo mas sabio y expresivo y su narrativa moderna aunque sobria son sobresalientes. Desta forma Acuña ha hecho que sea una gozada leer esta cole. Wanda nunca ha estado tan atractiva y ningún cómic de Marvel tiene unos escenarios futuristas tan magníficos y verdaderamente fantacientíficos. Lo del español es un minimalismo conjugado con un coloreado de aire pictórico complejo pero no excesivo o manierista, lo que le da a sus dibujo la expresividad necesaria y la sencillez justa que todo dibujo mainstream ha de tener para ser bueno. Este ha de ser bonito y espectacular cuando toca sin distraer, engañar o excederse. Acuña es capaz de hacer virguerías pero sabe que su deber es ser claro, sencillo y directo y evitar lo convencional, lo soso y lo pobre. En ese sentido su dibujo recuerda al del gran Davis. Así, es un dibujo clásico pero coloreado de forma moderna y original. En fin, Imposibles Vengadores es una cole muy bien dibujada, sobre todo en su final, ya que allí el dibujo de Acuña es totalmente hermoso.
Otro aspecto a destacar del trabajo de Remender en esta cole es que se sobrepone a las interferencias de Marvel. El final desta etapa se desarrolló en el momento más crítico que ha pasado esa editorial, cuando quería deshacerse de todos sus superhéroes clásicos dun plumazo sin ni siquiera darles dignos finales (lógicamente fracasó tan miserablemente que el ideólogo de tal cosa fue despedido en vez de ascendido). Así Remender disimula bien los grandes cambios que algunos personajes sufrieron de un mes para otro (uno desos cambios fue idea suya), en ese aspecto esta etapa recuerda a la de la JLA de Morrison, crea un evento decente a pesar de lo difícil que es hacer algo bueno con una imposición así de la editorial, que es tanto de argumento como de personajes y de duración, y convierte en un relato interesante una triquiñuela legal a la que le da igual la Continuidad (vale que Magneto no es el padre de los gemelos gitanos, no es difícil aceptar eso, pero al menos Mercurio tiene que ser un mutante para que su vida posterior al Día M siga teniendo sentido).
Así pues es una pena que la cosa dure tan poco. Esto lo agrava más el que sus 2 formaciones eran inéditas y muy chulas (la última, un brujo vudú con un androide y un Dientes de Sable bueno...) y por ello merecían más historias, y el que es una cole necesaria pues no tiene sentido que en el heroísmo haya compartimentos estanco; cada vez se sostiene menos que los Vengadores no hagan nada cuando Magneto se desmanda y que los superhéroes mutis no hagan nada cada vez que los Señores del Mal se despendolan. Encima Remender echó sal en la herida porque su última grapa hace pensar que grandes historias se han perdido para siempre jamás: una nueva Guerra de la Evolución donde se iba a seguir desarrollando los nuevos orígenes de los otrora hijos de Magneto (que a mi me molan más), donde el triángulo Visión-Wanda-Wonder Man iba a sufrir otra vuelta de tuerca ya que el guionista replantea a Visión duna manera mucho más interesante que la de King. Por tanto la etapa de Remender en Imposibles Vengadores es muy buena, tanto que sin duda inspiró muchas cosas que hemos estado viendo últimamente, y también es otra demostración que la forma clásica de hacer superhéroes no está obsoleta sino que el problema está en alguna gente. Lo clásico no es ceñirse a la Continuidad y ser convencional, es hacer una fábula moral entretenida y, si es posible, impresionante. Remender hizo todo eso porque tenía a Acuña.