
Parecía que estábamos ante la película definitiva de Superman cuando aparecieron las primeras informaciones sobre “El hombre de acero”, sensación que se acrecentó cuando vimos las primeras imágenes y los primeros tráilers. Con historia y producción de Christopher Nolan, el hombre que elevó el cine de superhéroes a la liga de grandes películas, demostrando que una película comercial puede tener un gran guión y unas grandes interpretaciones al mismo tiempo que grandes escenas de acción, ¿qué podía fallar?
Pues algo falla. Estamos ante una buena película, sí, pero no todo lo buena que podría haber sido. Aunque en la historia ha trabajado Christopher Nolan, el guión es del un tanto cuestionable David S. Goyer, quién sólo tiene en su haber como buenas películas aquellas que ha guionizado junto a alguno de los hermanos Nolan, como la trilogía de “El caballero oscuro”, pues también ha escrito engendros como “Ghost Rider 2” o “Jumper”. La historia es cierto que introduce elementos muy interesantes como la culpabilidad del héroe o la dicotomía entre salvar a alguien o mantener sus poderes en secreto para mayor seguridad propia, sin embargo, no sé si debido a errores de montaje o, creo yo que más probablemente debido a fallos de guión, son elementos que sólo se introducen levemente pero nunca se llega a profundizar verdaderamente en ellos.





Por tanto, estamos ante una buena película, mejor que el anterior intento por resucitar a este superhéroe en la gran pantalla (faltaría más), pero que no termina de despegar y mostrarnos algo original, sino que se mantiene demasiado en la línea de una película comercial hollywoodiense relegando a un segundo plano todos esos aspectos que aparecían en el tráiler que nos hacían augurar un gran Superman. Qué se la va a hacer, una pena. Esperemos que en la segunda parte (ya confirmada) se atrevan a ir donde no han terminado de llegar en esta primera.
