Mejora de la información en productos alimenticios

El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que por el que se regula la realización de estudios y análisis comparativos en productos alimenticios. Un tipo de estudios de gran difusión, que son muy demandados por los consumidores, teniendo a veces gran influencia en su decisión de compra

A propuesta de los Ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el Consejo de Ministros ha aprobado el citado Real Decreto el pasado 26 de junio de 2015.

Este Real Decreto garantiza el rigor de dichos estudios y aporta seguridad jurídica a las empresas estudiadas, además de dar cumplimiento al mandato recogido en la Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.

Se establece un procedimiento normalizado

Para lograr estos fines se ha establecido un procedimiento claro, preciso y normalizado, al cual se atendrán tanto los elaboradores del estudio como los operadores sometidos a estos, en particular en lo referente a la toma de muestras de los alimentos en los puntos de venta al consumidor, y los correspondientes análisis practicados, en base a los cuales se publican las conclusiones.

Los estudios desarrollados con carácter exclusivamente científico no están incluídos

La nueva regulación se aplicará a todos los estudios comparativos destinados a su publicación o difusión para la información al consumidor. Se excluyen de su ámbito los estudios desarrollados con carácter exclusivamente científico.

Con la publicación de este Real Decreto se reforzará la defensa de los intereses de los consumidores, y se mejorará su información y su capacidad de elección. Se asegura también la defensa de los intereses de los operadores y se establecen unas garantías sólidas de que la información vertida en los estudios e informes publicados se ha realizado de manera veraz y contrastada.

En la elaboración de este Real Decreto se ha consultado a todos los sectores afectados por la medida, incluidos las asociaciones representativas de los elaboradores del estudio, los operadores de la cadena alimentaria y consumidores para compatibilizar los intereses de todas las partes.

Sin duda, una buena medida. Todo lo que suponga protección e información al consumidor, bienvenido sea.