Mejora tu salud con ejercicios respiratorios.

Respirar es necesario, y hacerlo correctamente ayuda a llevar una vida saludable, mejorando el estado físico y relajando el cuerpo y la mente. Para ello es importante realizar una respiración diafragmátic a, para conseguir una buena movilidad torácica y costal, permitiendo que el aire entre en los pulmones completamente.

Hoy os proponemos una serie de ejercicios repiratorios, para reeducar la respiración diafragmática, mejorar la expansión costal, la flexibilización torácica y, en definitiva, para mejorar la salud, tanto a corto como a largo plazo.

Ejercicios respiratorios:

Consciencia respiratoria: siéntate en una silla, con la espalda estirada hacia arriba, las rodillas a la misma altura que las caderas y los pies apoyados en el suelo. En esa posición cierra los ojos y centra toda tu atención en la respiración, sintiendo los músculos que se contraen y que se relajan, así como los movimientos que se producen. Una vez que tomes consciencia de tu respiración será más fácil reeducarla.

Consciencia respiratoria

Respiración diafragmática: coloca una mano a nivel del pecho y la otra a nivel del estómago (por debajo del esternón) y respira lentamente. Inhala por la nariz sintiendo cómo asciende la mano del abdomen y exhala por la boca sintiendo cómo desciende. La mano del pecho debe mantenerse quieta, y el cuello relajado.

Respiración diafragmática

En la misma posición sentado, con las manos en las costillas, inhala lentamente, mantente en apnea durante unos 3 segundos y exhala apretando las costillas al final del movimiento.

Sentado con las manos en las costillas, inhalar lentamente generando una ligera presión con las manos, permitiendo el movimiento y, al final de la inhalación, quita la presión para conseguir que el movimiento sea máximo. Mantén en apnea inspiratoria durante unos 3 segundos y exhala apretando las costillas al final del movimiento para completarlo.

Tumbado boca arriba con el mentón cerca del pecho, los hombros relajados hacia atrás y hacia abajo y los brazos a los lados del cuerpo. Inhala y, manteniendo el aire en los pulmones, en apnea (sin respirar), haz movimientos con la barriga hinchándola hacia arriba y absorbiéndola hacia abajo.

Después realiza el mismo ejercicio anterior en apnea espiratoria, es decir, exhalando el aire y manteniendo los pulmones sin aire.

Tumbado boca arriba, con las rodillas dobladas y las plantas de los pies pegadas en el suelo separadas a la anchura de las caderas. Inhalamos llevando los brazos hacia la cabeza y exhalamos volviendo a bajarlos.

Colócate tumbado de lado, con la cabeza sobre el brazo de abajo, el brazo de arriba estirado sobre el tórax y el muslo y las rodillas dobladas. Inhala llevando el brazo hacia la cabeza y exhala volviendo a llevarlo hacia el muslo. Después repite el ejercicio tumbado hacia el otro lado.

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