Revista Educación

Mejorar la educación, un desafío pendiente

Por Sofogebel
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Mejorar la educación en todos sus niveles sigue siendo uno de los grandes desafíos, de cumplimiento...
 indispensable para la mejora de las condiciones de vida de la población y de la competitividad de la economía.
Si bien en los últimos años hubo un incremento en el presupuesto educativo, las condiciones de la educación siguen siendo deficitarias en todos sus niveles. Así se verifica en el secundario y terciario, según diversas mediciones internacionales.
Una de ellas es el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes, PISA según su sigla en inglés, realizado periódicamente por la OCDE, la organización de los países más desarrollados, para evaluar el desempeño de estudiantes en diferentes disciplinas. En el de 2009, los estudiantes argentinos tuvieron muy pobres resultados, con notas por debajo del promedio mundial y de países de la región como Chile. En comprensión de lectura, la Argentina quedó número 58 sobre 65 países, precedida de Indonesia y seguida de Kazajistán; en la competencia matemática, obtuvo en el puesto 55, entre Montenegro y Jordania, y en competencia científica, el 56, entre Montenegro y Túnez Ante la publicación de los resultados, el ministro de Educación Alberto Sileoni trató de minimizarlos recordando que los alumnos locales mejoraron su desempeño en relación a la prueba de 2006 y que el presupuesto educativo y la matrícula secundaria aumentaron en los últimos años. Aún así, es cierto, pero también es innegable que el desempeño argentino sigue estando por debajo del logrado en 2000 y que otros indicadores también dan cuenta de serios rezagos en relación a los países con mejor desarrollo educativo. Por ejemplo, en el índice de Calidad de Educación Primaria del Foro Económico Mundial, la Argentina ocupa el lugar número 95.
Una situación similar se destaca en los rankings de universidades del mundo. En el Ranking Web de Universidades del Mundo, elaborado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas de España, adscripto al Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de ese país, la Universidad de Buenos Aires ocupa el lugar 274, la Universidad de La Plata el 660 y la Universidad Nacional de Córdoba el 855. En las 200 mejores universidades del World University Ranking de The Times no figura ninguna argentina.
El ministro Sileoni también sostuvo que la medición del PISA es “maliciosa” porque compara sistemas con diferente nivel de ingreso y mencionó la posibilidad de elaborar “evaluaciones con criterio más regional”. Comparar sistemas de países diferentes lejos de ser “malicioso” es muy pertinente porque las economías, las ofertas educativas y los profesionales compiten a escala mundial. Elaborar algún índice complaciente, repetiría la política oficial frente a la inflación: en lugar de combatirla, el Gobierno optó por adulterar el cálculo de precios para tratar –infructuosamente– de ocultar el problema Por el contrario, es necesario asumir la realidad existente y diseñar una estrategia educativa consensuada entre Nación, Ciudad y provincias y con el sector privado que, en primer lugar garantice el número de clases primarias y secundarias indispensables. Puntos centrales de la misma deben ser mejorar los presupuestos y la calidad curricular y promover las carreras científicas y técnicas indispensables para alimentar la actividad económica. En el caso de la educación terciaria y técnica, una mejora en la calidad permitiría ampliar la recepción de estudiantes del exterior, generando empleos y divisas.
Mejorar la calidad de la educación, en todos sus niveles, es uno de los grandes desafíos para mejorar las condiciones de vida y la competitividad de la economía. Diversas evaluaciones muestran a la educación argentina en un lugar postergado. Es necesario asumir el problema y diagramar una estrategia educativa nacional, consensuada entre la Nación, la el Gobierno de la Ciudad y las provincias y con el sector privado.
Fuente: clarin.com

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