Cómo podemos mejorar la técnica en las subidas de MTB
Generalmente cuando nos referimos a tramos técnicos en el mundo de la bicicleta de montaña nos viene a la mente una bajada por una trialera complicada. Pero la técnica en el mundo de la bicicleta de montaña tiene que estar siempre presente, tanto en bajadas, llanos y por supuesto las subidas.
Vamos a centrarnos en estas últimas. Evidentemente no todas las subidas que vayamos a afrontar van a ser iguales, las habrá muy sencillas técnicamente ya que serán por caminos anchos y con buen firme, por lo que no tendremos ninguna dificultad en afrontarlas. Sin embargo, podemos encontrarnos con otro tipo de subidas en las que la técnica será fundamental para poder afrontarlas de manera exitosa.
Evidentemente para afrontar una subida hay una serie de factores que nos van a ayudar notablemente, como puede ser tener una bicicleta ligera, que el biker también pese poco y estar en forma. Si tenemos estos tres factores combinados evidentemente nos costará mucho menos subir. Sin embargo unas buenas piernas y una buena bicicleta puede que no sean suficientes para afrontar determinadas subidas.
Si la subida que vamos a afrontar presenta poco agarre debido a que tiene muchas piedras sueltas o a que tiene barro, tenemos muchas papeletas de que la bicicleta nos patine si nos colocamos de manera adecuada.
Permanecer sentados
Para ello es importante permanecer sentados en el sillín, con el objetivo de que nuestro peso vaya apoyado en la rueda trasera y evitar en la medida de lo posible que patine. El tronco lo tendremos que inclinar ligeramente hacia el manillar, y agarrar éste con firmeza. En este tipo de subidas lo ideal es pedalear en redondo y de manera homogénea. De manera homogénea nos referimos a aplicar una fuerza constante en el pedaleo. Si pedaleamos a tirones, imprimiendo una fuerza excesiva puede que nos pasemos de potencia y nuestra rueda trasera comience a patinar.
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Johan SebastiaTambién es importante llevar una relación de marchas adecuada para poder afrontar la subida. Con esa cadencia tendremos que ir relativamente cómodos, y guardando una bala por si tenemos que dar un apretón para poder superar algún obstáculo como una piedra o una rama, donde necesitaremos energía extra. Si subimos al límite y no nos guardamos esa bala en la recámara cuando nos encontremos frente al obstáculo puede suceder que no lo superemos porque no tenemos la fuerza suficiente para poder dar ese pequeño empujón.
Cuando nos enfrentemos a un escalón, piedra o raíz, es recomendable ponerse de pie justo antes de afrontarlo. De este modo perderemos peso en la rueda delantera y será más sencillo superar el obstáculo.
En el caso de encontrarnos con una curva muy cerrada durante la subida que estamos afrontando tendremos que jugar con la posición de nuestro cuerpo y nuestro propio peso.
Cuando vamos subiendo el peso va más o menos situado en el centro de la bicicleta, y lo que tendremos que hacer para poder afrontar la curva es desplazar nuestro peso ligeramente hacia la parte delantera de la bici. Es muy importante, si la curva es muy cerrada, hacerlo a una velocidad baja y que nos permita mantener el equilibrio encima de la bici.
No recomendamos ponerse de pie
En general con la bici de montaña no es recomendable ponerse de pie para afrontar las subidas, exceptuando dos situaciones. Cuando la subida es muy larga y tenemos las piernas sobrecargadas viene muy bien ponerse de pie para relajar un poco las piernas. Y la otra situación es para superar obstáculos, como hemos comentado anteriormente.
El último consejo es intentar aprender de bikers que tienen más experiencia que nosotros. Por ello es importante salir con gente más experimentada para poder aprender de ellos intentando seguir sus trazadas y movimientos.